¿Te has planteado alguna vez ser donante? Enfermedades como la leucemia pueden curarse gracias al trasplante de médula ósea.
Existe cierta confusión entre de la donación de médula con el trasplante de órganos. A diferencia de este último, la médula ósea se regenera por lo que no afecta a nuestra salud el ser donantes. Además, el hecho de registrarnos como donantes voluntarios no significa donar ya médula. Al registrarnos, se toma una muestra de sangre y cuando se encuentra un paciente compatible con nosotros nos solicitan.
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Más concienciación en la población
Hace pocos días se cumplió un año de la muerte de Pablo Ráez, el joven marbellí que luchó contra la leucemia y consiguió concienciar sobre esta enfermedad a sus miles de seguidores en redes sociales.
Con su lema “Siempre fuerte” fue un ejemplo de actitud y valentía para el resto de población. El reto que lanzó fue llegar al millón de donantes de médula, reto que sigue activo en la actualidad. La Organización Nacional de Trasplantes tiene objetivos muy ambiciosos para los próximos años con el Plan Nacional de Médula Ósea y prevé que este 2018 va a ser un año crucial en el que se van a alcanzar los objetivos marcados de conseguir 400.000 donantes.
España se posiciona como líder mundial en donantes de órganos. En 2016 cogimos carrerilla con las donaciones y en 2017 se superó la propia marca que se había marcado la ONT (Organización Nacional de Trasplantes).
Las cifras de subida son aún más espectaculares si hablamos de los donantes de médula ósea, que crecieron un 196% en 2017, en gran parte gracias a la aportación Pablo Ráez con su ejemplo.
La médula ósea, tejido esencial
La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra dentro de nuestros huesos. Es dentro de este tejido donde están nuestras células madre, las que son capaces de desarrollarse y ser glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. De ahí su importancia para nuestra salud y el buen funcionamiento del cuerpo humano.
La enfermedad más frecuente derivada de la médula ósea es la leucemia, el cáncer infantil más extendido. Para quienes sufren esta enfermedad, dependiendo de cada caso, un trasplante de médula ósea puede significar su salvación, puesto que no es tan fácil encontrar un donante que sea compatible con nosotros.
Es por esa razón que se anima y se impulsa la donación de médula ósea, para aumentar las probabilidades de encontrar un donante compatible para cada paciente que lo necesita.
¿Puedo ser donante de médula?
Hacernos donantes de médula no es una acción inmediata. Lo puede hacer cualquier persona que se encuentre entre los 18 y 60 años. Si estamos interesados en ser donantes, podemos dirigirnos a cualquiera de los centros y hospitales que están a nuestra disposición en todas las comunidades autónomas, donde se nos informará y analizará la sangre.
La donación se llevará a cabo cuando haya un paciente compatible con nosotros, puede que pase mucho tiempo o no, dependerá de la compatibilidad de tu donación con los pacientes que están en espera de donaciones.
En España, el perfil de donante de órganos que predomina con un 54,6% es el de personas mayores de 60 años. Siendo los mayores de 70, una tercera parte de los donantes. El sistema de donaciones ha ido mejorando y ha permitido que uno de los máximos de edad de donantes sea con la donación de un riñón a los 94 años.
¿Hay efectos secundarios si soy donante?
Al donar médula ósea nos están aspirando mediante punzadas el tejido de la médula ósea. Es una operación que se hace en quirófano y los efectos secundarios son poco frecuentes. Entre ellos encontramos, dolor en la zona de la extracción, mareos o náuseas y muy raramente infección en la zona de la operación.
Rejuvenecer los donantes
A pesar del aumento de donantes, sigue habiendo tareas pendientes. Uno de los objetivos del REDMO (Registro de Donantes de Médula Ósea) para 2018 es lograr rejuvenecer el banco de nuevos donantes. En concreto, acotar el rango de edad de donantes de los 18 a los 40 años.
Los donantes jóvenes son los más solicitados puesto que son los que tienen más probabilidades de éxito y buenos resultados en los pacientes una vez han sido trasplantados. A pesar de que aún hay mucho por hacer hay que subrayar la buena respuesta de la población y su concienciación, cada vez mayor, de la importancia y necesidad de ser donantes.