Aunque es en la actualidad cuando está acaparando toda la atención mediática, científica y social, el coronavirus ya había empezado a conquistar las calles de Wuhan (China) y a extenderse más allá, antes incluso de que en España diéramos la bienvenida al 2020, tomándonos tranquilamente las uvas y ajenos a lo que se aproximaba poco a poco para dar un vuelco a nuestras vidas
Durante las últimas semanas, todos los medios de comunicación del mundo se han hecho eco sobre la situación. Parece que se haya creado un efecto de carrera mediática por ver quién es el primero en informar sobre un suceso o un método de prevención; lo que en ocasiones ha llevado a primar la rapidez frente a la calidad y la veracidad de los contenidos. Las redes sociales y los grupos en servicios de mensajería instantánea también son focos de riesgo.
El objetivo de Doctología siempre ha sido ayudar a nuestros lectores a conocer mejor el mundo de la salud. Debido a la proliferación de bulos, mitos y fake news (noticias falsas) en torno al coronavirus, en este artículo hemos decidido explicar lo más básico que debes saber en esta situación de emergencia sanitaria.
Te contamos además la importancia de cuestionar la veracidad de la información que lees como método de prevención, para aprender a discernir aquellas piezas que son de calidad de las que pretenden manipular.
Índice de contenido
¿Qué es exactamente el coronavirus?
Coronavirus, COVID-19… En la actualidad es imposible no escuchar o leer estos nombres al menos una vez al día, ya sea en boca de algún familiar, en las noticias o en las redes sociales. ¿Por qué el responsable de la pandemia recibe este nombre? ¿Qué es exactamente el coronavirus?
Aunque ya hay viñetas que lo ilustran como un villano de película, lo que recibe el nombre de “coronavirus” es en realidad un conjunto de virus con un árbol genealógico muy extenso, que puede dar lugar a diferentes enfermedades infecciosas, generalmente respiratorias y de variable gravedad.
¿Por qué en algunos medios lo denominan “nuevo coronavirus”? ¿Existen otros?
La mayoría probablemente ignoraba la gravedad de estos agentes patógenos antes de sus efectos se expandieran de forma masiva a varios países de Occidente. Sin embargo, no es la primera vez que un coronavirus ataca a un porcentaje significativo de la población.
Un brote epidémico, distinto al actual, pero perteneciente a la misma familia de virus, ya se adueñó de las calles de China y otros países como Hong Kong o Canadá en 2002, provocando una “extraña neumonía” que ahora identificamos como el Síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV).
A la hora de nominar un virus es importante evitar el uso de nombres que puedan referirse y estigmatizar a individuos, animales, colectivos o ubicaciones geográficas, según explicó el jefe de la Organizacion Mundial de la Salud. ¿Sabías que cuando a la gripe A se le empezó a llamar “gripe porcina” en Egipto sacrificaron a una enorme cantidad de cerdos? Por esto es tan importante designar adecuadamente los virus y las patologías que producen.
El virus actual se denominó SARS-CoV-2, ya que algunos estudios indican que podría tratarse de una evolución del antiguo SARS; mientras que la enfermedad que causa es la que recibe el nombre de COVID-19.
La forma de transmisión de este virus y los síntomas de las patologías son similares. No obstante, la intensidad con la que esta nueva cepa afecta a los pulmones parece ser inferior que la que asoló China hace 18 años, así como su tasa de mortalidad. Sin embargo, como hemos visto, su capacidad de expansión es mucho mayor (en España apenas se registró un caso afectado por el SARS-CoV)
Por qué es importante asegurarse de la veracidad de la información que leemos sobre el coronavirus
Seguro que en estos días has visto o recibido más de un mensaje, a través de redes sociales o grupos de whatsapp, cuya veracidad era sospechosa: historias de comunidades vecinales que alarman, audios de “expertos médicos” dando recomendaciones y predicciones sobre futuras medidas policiales, sanitarias y políticas.
Difundir bulos y publicar noticias falsas es algo muy sencillo, comprobar la procedencia de la información es lo complicado.
Además de sembrar el pánico, el mayor problema de los bulos es que diluyen la credibilidad de los profesionales científicos y autoridades sanitarias; por tanto pueden crear confusión entre la población sobre los auténticos métodos de prevención y poner en riesgo la salud de muchas personas. También dividen la opinión pública en una situación en la que, a pesar de tener que mantener las distancias, todos debemos permanecer unidos.
La lucha contra los bulos
Los rumores siempre se extienden a una velocidad alarmante. Solo en Maldita.es, un medio digital dedicado al fact-checking (comprobación de datos) ya han desmentido 250 desinformaciones y alertas falsas relacionadas con el coronavirus. Y el Instituto #SaludSinBulos creó un detallado informe sobre cómo detectar los bulos relacionados con el coronavirus en redes sociales. Como dicen ellos, “los bulos sobre el coronavirus se expanden más rápido incluso que la epidemia”.
En Doctología luchamos también por ofrecer información veraz y contrastada, citando a nuestros propios profesionales médicos, organismos oficiales y medios que se caracterizan por su profesionalidad y transparencia.
Recomendaciones para evitar la transmisión de bulos y la manipulación a través de noticias falsas
- Si quieres ver información actualizada y fiable sobre el coronavirus, revisa las webs de organismos oficiales, como el Ministerio de Sanidad o la OMS. No te dejes llevar por tablas y gráficos llenos de cifras, ve más allá y contrasta siempre su veracidad.
- Cuestiona siempre las afirmaciones que se presenten como taxativas en las redes sociales. Lee los comentarios y las respuestas de otros usuarios, puede que alguno ya haya hecho el trabajo de desmentir la información y te proporcione una base desde la cual llegar a la verdad.
- Solicita siempre la fuente de información de todos los textos y vídeos que te envíen. Es habitual que en los grupos de whatsapp se difundan mensajes de dudosa procedencia. Pide a quien lo envíe que te indique si ha obtenido él mismo la información o si conoce a la persona que se lo ha reenviado.
- Muestra espíritu crítico y haz un esfuerzo por reconocer la información que podría ser verídica de la que podría ser un bulo, e insta a las personas que conoces a hacer lo mismo. Cuando se crea una cadena de mensajes existen decenas de ramificaciones; piensa que al menos una de ellas puede finalizar en vuestra conversación.
Nos quedamos en casa por una cuestión de prevención y de responsabilidad social, piensa lo mismo antes de reenviar un audio o un texto sin conocer su procedencia o si se trata de información verídica. ¡La transmisión de bulos también es irresponsable!
Medidas de higiene efectivas para prevenir el coronavirus
- Quédate en casa, aunque no tengas síntomas. La cuarentena se establece principalmente para evitar la aglomeración de personas y que el virus se expanda a una velocidad que los medios sanitarios de los países no son capaces de asumir.
- Mantén la distancia de seguridad entre personas si debes salir a la calle por fuerza mayor. No sabes en contacto de qué otras personas han podido estar ellos ni la situación de riesgo que pueden tener en casa, sé prudente.
- Lávate las manos a menudo con agua y jabón. Para secarte es preferible que utilices toallitas o pañuelos desechables. Ten cuidado si tienes dermatitis o piel hipersensible; aplica crema hidratante y los cuidados correspondientes para evitar la aparición de heridas o eccemas.
- Cúbrete la cara con un pañuelo cuando vayas a estornudar y evita tocarte la cara a continuación sin lavarte antes las manos. En general, deben extremarse las medidas habituales de higiene. Si no tienes un pañuelo a mano, las autoridades sanitarias estiman que es preferible estornudar en la flexura del codo (la parte interior del codo).
- El uso de mascarilla está indicado en casos concretos: si tienes síntomas, toses o estornudas a menudo. Las personas sanas solo deberían llevarla si están cuidado a alguien con posibilidades de padecer la infección. Además, ten en cuenta que la mascarilla solo es efectiva si lo combinas con lavarte las manos como indican las autoridades sanitarias. Si tienes dudas, en la web de la OMS te explican la forma correcta de utilizar tu mascarilla.
Si notas alguno de los síntomas que, según el Ministerio de Sanidad, caracterizan a esta infección (fiebre, tos seca, sensación de falta de aire, etc.), quédate en casa y llama al teléfono habilitado en Aragón: 976 696 382.
Dona tu mascarilla a los hospitales de Zaragoza
Los hospitales de Zaragoza han habilitado un servicio de recogida para que las personas que lo deseen puedan donar sus mascarillas sin usar y convenientemente protegidas.
En caso de que te encuentres en buen estado de salud y no tengas a tu cargo a ninguna persona con riesgo, puedes donar tus mascarillas en el Departamento de Sanidad, en Vía Universitas 36. La entrada se encuentra por la Plaza de la Convivencia. Únicamente avisa al guardia de seguridad y él se encargará de que bajen a buscarlas.
Los hospitales y servicios sanitarios se encuentran en una situación límite y los trabajadores en continua exposición a la enfermedad. ¡Ayuda a facilitarles el trabajo! Este virus lo paramos unidos.