Casi todos los adultos padeceremos problemas para dormir en algún momento de nuestra vida. El sueño ocupa una tercera parte de nuestras vidas y mientras dormimos suceden cosas que repercuten de forma directa en nuestra salud.
Existen trabajos de investigación que demuestran cómo dormir mal puede relacionarse con problemas de salud mental, del sistema inmune, endocrinológicos y cardiovasculares y se relaciona directamente con la aparición de hipertensión, riesgo cardiovascular, obesidad y diabetes.
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El sueño en cifras
Los trastornos del sueño afectan al 31% de los europeos mayores de 15 años y los problemas más frecuentes son las dificultades para conciliarlo, tener despertares frecuentes y el despertar precoz.
Además, en España, más del 14% de la población consume tranquilizantes o hipnóticos para ayudar a conciliar el sueño. Un porcentaje que se incrementa con la edad y que es superior entre las mujeres, según se desprende de los datos hechos públicos por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).
Perfil del paciente con insomnio
La mujer de entre 45 y 65 años, que vive en ámbito urbano, con estudios superiores, no fumadora, que consume alcohol de forma esporádica y en situación laboral activa, es el perfil del paciente con insomnio. Así se recoge en un estudio realizado en Zaragoza que se presentó en el 35º Congreso de la semFYC.
Se preguntó a 384 pacientes para conocer la prevalencia y tipo de insomnio, su tratamiento y algunas variables relacionadas. Un 84% de los pacientes encuestados padecía insomnio, y de estos el 25.8% lo sufría de manera habitual, de ellos, un 68% eran mujeres de entre 45 y 65 años; el 37.9% tenía un nivel de estudios superior o universitario; el 24.3% vivía en el ámbito urbano; un 19.8% declaró ser fumador y el 51.1% consumir alcohol. El 41.3% afirmó estar en situación laboral activa. De los que declararon tener insomnio, el 68% trabajaba en horario diurno y el 55.8% dijo no tener prescripción para el tratamiento del insomnio.
Consejos para dormir bien
Desde la Asociación Española del Sueño (ASENARCO) recuerdan la importancia de la higiene del sueño y proponen seguir una serie de hábitos saludables para lograr un sueño reparador:
- Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse
- Mantener buenos hábitos alimentarios, una dieta equilibrada rica en frutas y verduras evitando las grasas de origen animal.
- Evitar excitantes y reducir o suprimir el consumo de café, té, cacao y bebidas colas.
- Practicar algún tipo de ejercicio de relajación durante el día como el yoga, tai-chi o meditación…
- Dar paseos a la luz del día, ya que facilita el aumento de melatonina en la noche y se consigue un mejor sueño.
- Repetir una rutina de acciones cada noche que ayuden a prepararse mental y físicamente para irse a la cama: lavarse los dientes, ponerse el pijama, preparar la ropa del día siguiente…
- Disponer de un entorno apropiado para dormir, que sea silencioso, oscuro y con una temperatura agradable, entre 18 y 20 grados.