El deporte tiene una amplia cantidad de beneficios para la salud física y mental. Durante los últimos meses nos hemos podido dar cuenta de su importancia, ya que hemos experimentado un mayor nivel de sedentarismo debido al confinamiento. Además, como quizás alguno ha podido comprobar, su ausencia puede provocarnos distintos problemas de salud.
El Dr. Félix Pastor, nuestro médico especialista en traumatología en Zaragoza, nos cuenta que realizar ejercicio de manera regular tiene muchos beneficios para la salud física y mental que van más allá que la pérdida de peso.
En una situación normal deberíamos realizar un mínimo de 15 a 30 minutos de actividad física, siempre teniendo en cuenta las condiciones de cada uno. En función de la edad, la OMS establece distintas recomendaciones para la práctica deportiva. A continuación, os explicamos algunos de los beneficios que podemos obtener de la actividad física.
Índice de contenido
Beneficios del deporte para la salud física
Los beneficios del deporte sobre nuestra forma física están totalmente estudiados y demostrados:
- El deporte ayuda a que nuestro metabolismo funcione con mayor eficiencia y fortalece nuestra forma y resistencia física, lo que nos permite mejorar la calidad de vida.
- Regula nuestra presión arterial y reduce considerablemente la posibilidad de que se formen coágulos dentro de las arterias, por lo que hay menos peligro de sufrir trombosis cerebrales e infartos.
- Haciendo deporte ayudamos a prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial.
- Mejora la movilidad de las articulaciones y disminuye la sensación de fatiga.
- Además, también podremos notar una mejoría en la resistencia de nuestros huesos.
- En el caso de las personas mayores, hacer ejercicio ayuda a reducir la progresión de pérdidas cognitivas.
Beneficios del deporte para la salud mental
Cuando hablamos de deporte nos solemos centrar en la salud física y olvidamos por completo los beneficios psicológicos. El deporte ayuda a mejorar la sensación de bienestar y disminuye el estrés. Al hacer ejercicio físico liberamos endorfinas, sustancias que hacen que nos sintamos bien después de ejercitarnos. Por otra parte, mejora nuestra autonomía y autoestima, derivando en una mejor autoimagen.
El aspecto social es un beneficio de gran importancia, ya que el deporte reduce el aislamiento y ayuda a controlar ciertos estados negativos como la agresividad. Por tanto, cuando hacemos ejercicio estamos ayudando a nuestra mente, además de a nuestro físico.
¿Qué tipo de deporte me viene mejor según mi situación física?
Hay que tener en cuenta que el volumen de ejercicio debe aumentar de manera progresiva, ya que cada persona tiene una condición física diferente. Si queremos realizar ejercicios de gran intensidad son muy efectivos los entrenamientos de fuerza o los cardiovasculares, pero si preferimos algo más tranquilo, hay que tener en cuenta actividades como el cardio o el yoga.
No hay límite de edad en cuanto a ejercicio se refiere. En nuestra rutina no necesariamente tenemos que incluir prácticas de gran intensidad, ya que el transporte activo (caminar o subir escaleras, por ejemplo) y reducir el tiempo que estamos sentados son actividades que juegan un papel fundamental en nuestra salud.
¿Qué tipo de ejercicios puedo hacer?
- El ejercicio aeróbico mejora el tono muscular y ayuda a perder grasa corporal, pero además contribuye a que nuestro corazón funcione más eficazmente. Al valerse de nuestro oxígeno, tiene efectos positivos sobre nuestro sistema cardio-pulmonar y respiratorio.
- Los ejercicios de fuerza mejoran la musculatura y fortalecen nuestro sistema óseo. Nos ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis y son beneficiosos para los problemas relacionados con la columna vertebral.
- En cuanto a ejercicios de estiramiento y movilidad articular, podemos valernos de ellos para mejorar la postura, la movilidad, el equilibrio y la coordinación. Mejoran los reflejos y son una buena herramienta contra el desgaste de las articulaciones.
Todos estos beneficios físicos se complementan con los beneficios psicológicos anteriormente citados, que son de igual importancia para nuestra salud general. Hay que recordar que un estado sano se consigue con la combinación del bienestar físico, mental y social, por lo que no se reduce únicamente a la ausencia de enfermedades.
Hay un gran abanico de posibilidades que se pueden adaptar a cada situación personal, ¡así que no dudes en probar la que más se ajuste a ti!