Las técnicas de reproducción asistida constituyen uno de los temas médicos más buscados en las redes pero que, a pesar de llegar a ser bastante conocidas, suscitan dudas en diversos aspectos entre la población general.
En muchas ocasiones existe confusión: en qué consisten, cuándo deben aplicarse unas u otras en dependencia de diversos factores como la edad, patología de la paciente, etc. En este artículo, el Dr. García Aguirre, especialista en Reproducción Asistida en Zaragoza, aclara todos estos conceptos.
Como su nombre indica, las técnicas de Reproducción Asistida, son aquellas que permiten ayudar a la mujer/pareja a quedar gestante haciendo uso de la tecnología médica.
Índice de contenido
¿Cuáles son las técnicas de Reproducción Asistida más habituales?
Las más frecuentes son las técnicas de inseminación artificial y las técnicas de fecundación in vitro, ambas con sus variantes.
Las diversas técnicas no son excluyentes entre sí, sino que, por el contrario, son complementarias y pueden aplicarse todas ellas a la misma mujer.
El momento en que debe considerarse la aplicación de dichas técnicas depende, sobre todo, de la edad de la mujer y del tiempo transcurrido intentando conseguir la gestación.
Cuando la mujer tiene una edad inferior a 35 años se recomienda esperar un año buscando la gestación de manera natural (excepto en los casos en los que ya se conoce que existe algún problema que va a hacer muy difícil la gestación de manera espontánea).
Si la mujer tiene más de 35 años la indicación es esperar 6 meses intentando un embarazo de manera natural y, pasado este tiempo, comenzar con el estudio diagnóstico que, en la mayoría de los casos, no lleva más de 2 meses.
Inseminación artificial
Una vez realizado el estudio de la mujer/pareja conviene empezar el tratamiento por la técnica más sencilla: la inseminación artificial.
Este procedimiento no goza de buena prensa porque se ha extendido la idea de que las probabilidades de embarazo son muy bajas y genera sensación de pérdida de tiempo. En ocasiones, se hace difícil convencer a la paciente que desearía comenzar directamente con la fecundación in Vitro, pero la mayoría de los profesionales, seguimos recomendando su uso.
Ventajas de la Inseminación artificial
Es una técnica sencilla, se requieren pocas visitas, es poco costosa desde el punto de vista económico, entraña pocas molestias por la medicación (porque se precisan dosis de fármaco bajas) y poca intervención por parte de los profesionales, lo que implica también poca manipulación de los gametos. Es por lo que decimos que en realidad es una variante de la fecundación natural.
Se suele utilizar una estimulación leve de ovulación para asegurar la ovulación en ese ciclo y coordinar el momento de la inseminación, pero intentando siempre que la paciente no ovule más de 2-3 óvulos, para disminuir la posibilidad de gestación múltiple.
Tras un sencillo seguimiento ecográfico (en muchas ocasiones sólo se precisa una exploración ecográfica), se induce la ovulación con otro fármaco para un momento concreto que es cuando se van a depositar los espermatozoides dentro de la cavidad uterina.
Previamente se precisa una preparación del semen en el laboratorio de andrología, que es lo que se conoce como capacitación espermática, para seleccionar los espermatozoides de mejor movilidad.
La inseminación artificial puede realizarse con el semen de la pareja o bien con semen de banco (si el semen de la pareja fuera de poca calidad o no existiera pareja).
La inseminación artificial debe estar bien indicada y para ello es fundamental haber realizado un estudio de esterilidad previo que descarte problemas en las trompas y garantice que, al menos una de ellas, sea permeable. No se recomienda cuando el semen es muy deficiente y tampoco en mujeres mayores de 40 años ya que los éxitos son muy escasos.
¿Qué tasa de éxito tiene la inseminación artificial?
Si la técnica está bien indicada, la tasa de gestación por ciclo iniciado se sitúa entre 10-15 %, según características clínicas de la mujer. Al tratarse de un método sencillo puede repetirse en ciclos consecutivos, aunque no se recomiendan más de 4-6 ciclos.
Al final de estos intentos, el porcentaje de éxito se sitúa en torno a 30-40 %.
Fecundación in vitro
Cuando fracasa la inseminación artificial o bien cuando las circunstancias clínicas así lo aconsejen desde un principio debe optarse por realizar una fecundación in Vitro.
Los primeros pasos de la fecundación in Vitro comenzaron a finales de los años 60’ pero no fue hasta 1978 cuando se consiguió la primera gestación (con un ciclo natural, sin ser inducida la ovulación) con esta técnica.
Este hecho supuso una revolución en el campo de la reproducción asistida aportando muchas posibilidades de embarazo a mujeres que carecían de ellas con anterioridad.
Pasos previos: Estimulación ovárica
La introducción de fármacos para estimular la ovulación supone un antes y un después ya que permite obtener varios óvulos en un solo ciclo aumentando así las probabilidades de ser fecundados, es decir, que alguno/os de ellos evolucionen correctamente y se desarrollen embriones viables que faciliten su implantación en el útero.
Si se obtienen varios embriones de calidad, existe la posibilidad de utilizar alguno en el ciclo en fresco y congelar los restantes para ser utilizados posteriormente sin necesidad de realizar todo el ciclo completo.
En la especie humana prácticamente el 75% de los embriones no evolucionan correctamente ni se implantan por problemas cromosómicos derivados de los gametos o por anomalías que surgen en el desarrollo del embrión.
Por tanto, el hecho de inducir la ovulación y disponer de varios óvulos y embriones, posibilita que se pueda seleccionar el/los mejores y las opciones de gestación se multipliquen.
¿Qué tasa de éxito tiene la fecundación in vitro?
El resultado de la fecundación in Vitro depende de la calidad de los embriones obtenidos que, a su vez, está íntimamente relacionado con la reserva ovárica de la mujer. El estado de la reserva ovárica depende, aparte de características individuales, fundamentalmente de la edad de la mujer.
El porcentaje de gestación obtenido mediante un solo intento de fecundación in vitro en la Unidad de Reproducción Asistida Montpellier de Zaragoza, con ovocitos propios (excluyendo todos los casos de donación de ovocitos), es el siguiente:
- 57 % en mujeres menores de 30 años
- 46 % entre 30 y 35 años
- 35 % entre 35 y 39 años
- 22 % en mujeres de más de 39 años
Estos datos son referidos a los ciclos de tratamiento iniciados, y en un solo intento.
Aunque hay mujeres que a edades tempranas presentan ya una baja reserva ovárica, este fenómeno es generalizado en mujeres de más de 40 años. Ambos aspectos, reserva ovárica y edad, influyen de forma independiente y conjunta.
Así, el caso más favorable sería el de una mujer joven con buena reserva ovárica y el más desfavorable, una mujer de más de 40 años con baja reserva ovárica.
Para los casos más desfavorables, fallos múltiples de fecundación in vitro o mujeres de más de 40 años con baja reserva ovárica, existe una variante de la técnica que permite aumentar considerablemente las probabilidades de gestación. Se trata de la donación de óvulos.
Donación de Óvulos
La donación de óvulos consiste en estimular la ovulación en una mujer donante (joven y con buena reserva ovárica) para, una vez obtenidos, fecundarlos con el semen de la pareja, o bien con semen de banco.
Los embriones obtenidos son implantados en el útero de la mujer receptora. Esta técnica permite el embarazo en mujeres de edades incluso extremas, aunque hay un consenso a nivel nacional de no realizarla en mujeres mayores de 50 años.
Esta técnica, en ocasiones, requiere un periodo de reflexión y de aceptación por parte de la pareja receptora de los óvulos, pero una vez superado ese paso, las ventajas son claras.
Beneficios de la donación de óvulos
Permite, con una técnica sencilla para la mujer receptora, tener una probabilidad muy alta de gestación, que de otra manera sería casi imposible. Y sobre todo permite ser madres a muchas mujeres que, por diversos motivos, han postergado su deseo de maternidad hasta una edad en la que es casi imposible un embarazo con sus propios óvulos.
Otras técnicas de Reproducción Asistida
Existe otra técnica, diagnóstico genético preimplantacional, utilizada cuando alguno de los padres es portador de alguna enfermedad genética susceptible de ser transmitida al hijo. Consiste en biopsia el embrión tras una fecundación in Vitro para comprobar que no presenta el gen afecto de sus progenitores.
Esta técnica se indica también en otros casos, como abortos de repetición o edad materna avanzada, aunque en estos casos su utilidad está mucho más cuestionada.
Finalmente hay varias variantes de la fecundación in vitro, que son técnicas de laboratorio como el hatching asistido o la extracción de fragmentos embrionarios, la repetición del estímulo para acumular ovocitos, las técnicas de time-laps, etc, que pueden tener utilidad en algunos casos, pero que no deben aplicarse de forma generalizada porque encarecen la técnica y en algunos casos aportan muy poco.
Congelación de óvulos
Una técnica que ha avanzado considerablemente en los últimos tiempos es la vitrificación de gametos y embriones.
La vitrificación de gametos (ovocitos o espermatozoides) permite conservar la fertilidad en pacientes oncológicos que van a precisar de quimioterapia, que en muchos casos va a terminar con la posibilidad de gestar merced a la destrucción de estas células.
Otra indicación de la congelación de óvulos es el retraso de la maternidad por causa voluntaria. Se trata generalmente de mujeres en torno a los 35 años que desean conservar sus óvulos con la calidad que se tiene en esa edad para utilizarlos posteriormente, cuando sus circunstancias hayan cambiado.
La vitrificación de embriones sobrantes del ciclo de Fecundación In Vitro (tras haberse transferido a la mujer el/los mejores) permite varias cosas:
- Posibilidad de gestación en un ciclo posterior al de la realización del ciclo de fecundación in vitro, si en este no se ha conseguido el embarazo sin necesidad de volver a repetir el tratamiento.
- Posibilidad de gestación tras el parto (si se consiguió gestación en el ciclo de FIV) en el momento que consideren más oportuno, sin necesidad de volver a repetir el tratamiento.
- Posibilidad de transferir sólo un embrión en el ciclo en fresco, para evitar el embarazo gemelar. El transferir sólo un embrión en el ciclo en fresco hace disminuir la posibilidad de gestación, pero si se han podido vitrificar embriones, la posibilidad de poderlos transferir en ciclos posteriores hace igualar la probabilidad de gestación que se obtiene cuando se transfieren dos embriones, con la ventaja de evitar la posibilidad de gestación gemelar.
La gestación gemelar conlleva más riesgo durante el embarazo, parto y sobre todo en los niños aumentan las probabilidades de complicaciones neonatales.
Dr. Salvador García Aguirre
Especialista en Reproducción Asistida en Zaragoza.
Experto en:
- Estudios de esterilidad/infertilidad, y consejo reproductivo
- Estimulación ovárica
- Inseminación artificial
- Fecundación in vitro
- Ovodonación
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Unidad de Reproducción Asistida Clínica Montpellier.
Via Hispanidad, 37 - 50012 Zaragoza