Sociedades científicas y asociaciones de pacientes llaman la atención sobre esta enfermedad en el #DíaMundialdelIctus.
Asociaciones de pacientes, neurólogos, médicos de familia, enfermeras, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales… Todos ellos trabajan en torno al ictus, una enfermedad que sufren cada día, solo en Aragón, ocho personas. Esta enfermedad cerebrovascular deja cifras que hacen pensar en la necesidad de seguir trabajando desde la prevención y la investigación:
- Una de cada seis personas sufrirá esta patología a lo largo de su vida y cada seis minutos alguien sufre un ictus en el mundo
- En España sufren un ictus entre 110.000 y 120.000 personas cada año
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¿Cómo se produce un ictus?
Se define el ictus como un golpe brusco porque se produce de forma repentina. Una arteria que se dirige al cerebro o que pertenece al mismo se rompe o se obstruye con lo que la sangre y el oxígeno que transportaba no llega a las células cerebrales y el tejido afectado muere.
Es la segunda causa de discapacidad, la primera causa de dependencia en el adulto y la segunda causa de demencia en el mundo, por lo que genera una importante necesidad de asistencia para quienes han sufrido un ictus, sus familias y sus cuidadores principales, que son los que sufren directamente estos efectos, con datos de atención por depresión a uno de cada tres cuidadores.
Según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) de las personas que han tenido un ictus:
- Un 20% fallecen.
- Un 30% sobrevive con graves discapacidades.
- Un 25% queda con secuelas moderadas, que no les impiden valerse por sí mismos.
- Otro 25% se recupera por completo.
¿Se puede prevenir?
El ictus está muy ligado al estilo de vida, también conlleva una carga genética, influye la edad y las enfermedades cardiacas, todas ellas se enmarcan en lo que los médicos denominan “factores no modificables”. Pero sí se puede actuar con los hábitos de vida saludable para evitar:
- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Colesterol.
- Obesidad.
- Alcohol.
- Tabaco.
¿Cómo reconocer un ictus?
A pesar de que casi todo el mundo conoce a alguien que ha sufrido un ictus, todavía los ciudadanos no identifican bien sus síntomas. La Asociación Ictus de Aragón (AIDA) recuerda que un ictus se puede reconocer por algunos signos que deben poner en alerta, si se cree que una persona puede estar sufriéndolo pídale que:
- Hable – Si no habla correctamente…
- Sonría – Si la sonrisa no es simétrica…
- Brazos – Si no puede levantar un brazo…
Puede ser un ictus. Es fundamental actuar en las primeras cuatro o seis horas, por lo que los médicos recomiendan no perder tiempo, avisar a los servicios de Urgencias o ir a un hospital. El tratamiento precoz y especializado reduce en un porcentaje importantísimo la morbilidad y la mortalidad asociada.
Reflejos, constancia y esperanza
Así lo explica el Dr. Antonio Oliveros, neurólogo y miembro de Doctología, el primer requisito ante el ictus “es ser capaz de reconocer y enseñar a reconocer los primeros síntomas que aparecen de forma súbita y que son la antesala del infarto o la hemorragia cerebral que suele desarrollarse al cabo de unas horas”.
En segundo lugar, recuerda el Dr. Oliveros, está la constancia en las actitudes preventivas, tanto primarias como segundarias.
No debemos olvidar que podemos establecer una serie de recomendaciones para evitar que las personas sufran un ictus, pero, una vez lo han sufrido, con el control posterior tenemos la oportunidad real de tomar una participación activa en recomendar, aconsejar e inducir las medidas necesarias para que quien ha sufrido un ictus no lo vuelva a sufrir.
Un adecuado control de los factores de riesgo que influyen en el desarrollo de un ictus y el mantenimiento y adherencia de los tratamientos para cada caso permitirían reducir en más de un 50% los casos de segundos ictus.
El Dr. Oliveros habla también de esperanza porque hay evidencias cada vez más rotundas de que tras un ictus una persona se puede recuperar. Pero el neurólogo zaragozano recuerda que la recuperación “depende, en primer lugar, de uno mismo”. El Dr. Oliveros afirma que se debe trabajar para motivar a los pacientes y sugerirles ese esfuerzo, porque “cada vez disponemos, y dispondremos, de tratamientos más eficaces que pueden ayudar en esa recuperación”.
En Zaragoza, la Asociación Ictus de Aragón se ha sumado al Día Mundial del Ictus con una carpa en la Plaza San Francisco en la que se han realizado pruebas para llamar la atención sobre los factores de riesgo. Además, de las mesas informativas en diferentes hospitales.