¿Por qué eligió estudiar la carrera de Medicina?
En mi caso, es algo vocacional. Mi padre era Cirujano Pediatra y mi madre era Bioquímica. Ahora están ambos jubilados. Desde pequeña, me encantaba escucharles hablar sobre la Medicina y siempre me entró mucha curiosidad por este mundo. Desde que tengo uso de razón, no he pensado en ejercer otra profesión.
¿Dónde estudió la carrera y cómo fueron sus inicios?
En la selectividad, me quedé a tres décimas de entrar en la universidad pública, así que me recorrí media España hasta entrar en una universidad privada. Finalmente, terminé en la Universidad Alfonso X de Madrid. Después de hacer el MIR, ya en Zaragoza, decidí elegir la especialidad de Medicina de Familia y, más tarde, lo he complementado con la Medicina Estética.
¿Por qué se especializó en la Medicina Estética?
Echaba en falta el trabajo con las manos en mi día a día. Soy muy meticulosa y considero que se me da bastante bien. Además, creo que es una especialidad con muchas posibilidades de presente y de futuro.
¿Qué parte de su trabajo es la que más le satisface?
El trato con el paciente me gusta mucho. Dentro de la Medicina, la recompensa humana de cuidar al paciente es lo que te hace seguir adelante. Sea cual sea la especialidad, todo lo que sea contribuir directamente en mejorar la salud de una persona es muy satisfactorio. Siempre busco un trato amable y cercano. Lo disfruto. Es rara la ocasión en la que no entiendo a un paciente cuando acude a la consulta.
¿Cómo ha visto la evolución de la Medicina Estética desde que comenzó a interesarse por ella?
Creo que está evolucionando hacia tratamientos menos agresivos y más médicos. Ahora, se cuida mucho más la información que se le da al paciente y cómo se realiza el tratamiento. Además, se está estandarizando mucho más, afrontando los tratamientos desde un punto de vista más científico. La Medicina Estética no deja de ser una rama más de la Medicina que puede mejorar la vida de las personas.
Además, cada vez hay más pacientes que valoran llevar a cabo este tipo de tratamientos estéticos.
Desde luego, cada vez hay más personas concienciadas con su aspecto. Se está dando cada vez más importancia a cuidarse y a envejecer de una manera más sana. No es no envejecer, si no envejecer bien. Cuidándose.
¿Hacia dónde camina el futuro de la Medicina Estética?
Desde mi punto de vista, me gustaría que estuviera más regularizada y más estandarizada. Que cualquiera que tenga una jeringuilla en la mano no pueda hacer un tratamiento sin que sea oficial. Creo que por ahí debe caminar el futuro de la Medicina Estética. Y esto pasa por formar bien a los médicos. Explicar bien las consecuencias de los tratamientos y mejorar el conocimiento anatómico.
De cerca…
¿Si no hubiera sido médico, a qué profesión le hubiera gustado dedicarse?
A cualquiera vinculada con la Sanidad. Hubiera tirado por la Odontología, la Enfermería, la Fisioterapia… algo que me ayudara a mejorar la vida de las personas.
¿Qué libro que recomendaría?
“La paciente silenciosa”, de Alex Michaelides.
¿Cuál es la última película que ha visto?
“La vida secreta de Walter Mitty”.
¿Qué viaje recuerda con más cariño?
Al terminar el MIR, cuando estuve en Tailandia con mis dos mejores amigas.
¿A qué dedica su tiempo libre? ¿Cuáles son sus aficiones?
Soy deportista. Me gusta nadar, jugar a pádel, esquiar… Además, soy muy familiar y muy sociable. Me gusta cuidar a mis amigos y a la gente que me rodea en el día a día.