En Ginecología, lo que ha sucedido ha sido una revolución
¿Por qué decidió dedicarse a la Medicina?
Voy a contar una anécdota que creo que tuvo algo que ver. Yo soy de un pueblo llamado Castejón de Valdejasa, a 40 kilómetros de Zaragoza, y mis padres me llevaron a un colegio interno a continuar mis estudios de bachillerato. Allí teníamos que leer un libro obligatorio todas las semanas, así que una vez cogí uno del Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal y vi que había estado de médico en mi pueblo durante varios meses. Recuerdo que esto me impactó mucho.
Y ¿por qué eligió la especialidad de la Ginecología?
Es difícil concretar el motivo, porque en mi familia no había antecedentes relacionados con la medicina, pero siempre me había gustado ser médico y me siento bien ayudando a los demás. El motivo fundamental para elegir la Ginecología es que fue la asignatura que más me gustó durante la licenciatura.
Estudio Medicina en la Universidad de Zaragoza, ¿cómo recuerda sus inicios?
Mis primeros pasos como estudiante en prácticas fueron en el Hospital Clínico y en el Hospital Provincial durante cuatro años en Pediatría y Medicina Interna.
Ya como médico, mi primera experiencia fue en mi pueblo haciendo una sustitución de verano y fue muy gratificante. Poder ayudar a tus paisanos con una consulta diaria de 30 personas e incluso por la noche cuando la gente me veía en el bar, que a lo mejor acababan de llegar del campo, venían a preguntarme y consultarme. Tengo muy buenos recuerdos.
Durante el MIR en Ginecología los recuerdos que tengo están llenos de ilusión, mucho trabajo y muchas guardias. Tuve la suerte de tener grandes compañeros que me ayudaron y me enseñaron mucho. Me formé como MIR en el Hospital Miguel Servet y allí he trabajado durante treinta años. Ahora soy el jefe del Servicio de Ginecología y sigo esforzándome por mejorar mi especialidad.
¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?
Me gusta todo. Sigo tan ilusionado como el primer día. Lo que más satisfacción me genera es poder resolver los casos más complejos como la Cirugía Oncológica o la Laparoscópica.
El ginecólogo es el especialista que más veces verá en la vida a la mujer sana
¿Cómo ha evolucionado el campo de la Ginecología?
Más que evolucionar, lo que ha sucedido ha sido una revolución. Recuerdo el primer parto con epidural en la Maternidad del paseo Ruiseñores de Zaragoza y también me acuerdo del primer parto después de una fecundación in vitro.
A esto habría que añadir las novedades tecnológicas en la ecografía vaginal, en la ecografía del embarazo, las novedades en anticoncepción y la cirugía laparoscópica.
Se ha descubierto que uno de los motivos que producen el cáncer de cuello de útero es un virus. Es el único para el que ya hay una vacuna. Es un hecho histórico.
¿Qué destacaría de los avances en cáncer?
Ha habido revoluciones diagnósticas y terapéuticas en todos los cánceres, en el de mama y en los ginecológicos. Se hacen tratamientos más conservadores en la mama, tratando de evitar la mastectomía y muy individualizados como si fuera un traje a medida. Antes se hacía una cirugía muy radical o no se podían operar. Ahora se pueden resolver los problemas con cirugía menos agresiva como la cirugía laparoscópica.
Y podríamos seguir hablando de avances, por ejemplo, en Biología Molecular, en la quimioterapia y radioterapia. Ahora, por ejemplo, con la radioterapia intraoperatoria.
La Ginecología está ahora muy ligada al concepto de “salud y mujer…”
Durante muchos años se ha insistido a las mujeres con el mensaje de ir periódicamente al ginecólogo y, todo eso, ha creado una demanda por parte de la mujer, que quiere saber qué tiene que hacer para prevenir sus problemas o para diagnosticarlos precozmente.
El ginecólogo es el especialista que más veces verá en la vida a la mujer sana, desde los problemas con la menstruación, los anticonceptivos, los embarazos, la citología, la mamografía… Además, más de la mitad de todos los cánceres que tiene la mujer tienen un origen ginecológico.
La menopausia es un proceso biológico y, generalmente, no hay que tratarla
¿Qué medidas aconseja desde la prevención?
Hay medidas generales para todos los cánceres, evitar la obesidad, evitar fumar, evitar el estrés, comer frutas y verduras, llevar una dieta mediterránea y no abusar de las carnes rojas.
Si hablamos de medidas específicas, dentro de nuestra especialidad, utilizar el preservativo, la vacuna del papiloma y hacer revisiones ginecológicas completas. Muchas veces, la mujer cree que con hacerse una citología es suficiente, pero deben saber que con esto solo se llega al cuello uterino y hay muchos órganos dentro del aparato genital, el ovario, el endometrio, la trompa, la vagina… que no se revisan solo con la citología.
El ginecólogo ve a la mujer sana en todas las etapas de su vida…
Eso es lo importante, verla cuando está sana. La mujer debe saber que hay campañas para conocer su cuerpo, que le indican cuándo algo no es normal, algo no va bien.
Los sangrados en la menopausia deben ser una llamada de atención, porque en un 20 por ciento de los casos, detrás, suele haber un problema serio, igual que cuando aparecen bultos o úlceras en la vulva. Ante cualquier síntoma de alarma debe ir al ginecólogo.
Hablando de la menopausia, ¿cómo debe enfrentarse la mujer a esta etapa de su vida?
La menopausia es un proceso biológico y, generalmente, no hay que tratarla. Antes, hace diez años, se daba tratamiento hormonal a todas las mujeres, luego un grupo de investigación dijo que había más riesgo de cáncer de mama con este tipo de tratamientos, y aunque tampoco está muy claro, se suprimió esta medida.
La menopausia hay que considerarla como una evolución dentro de la vida de la mujer. Hay que aconsejarle hacer mucho ejercicio porque es una época en la que es más fácil engordar, cambia un poco el carácter, disminuyen las ganas de tener relaciones sexuales… Y, todo eso, a la mujer le cambia dramáticamente e incluso con su entorno familiar.
Yo, a mis pacientes, aconsejo tratamientos cuando es una menopausia muy sintomática. Los sofocos, generalmente, no se tratan, aunque es verdad que son motivo de consulta.
El futuro en cánceres ginecológicos está muy relacionado con la Biología Molecular
Volviendo a su trayectoria profesional, ¿qué proyectos tiene?
Soy un profesional totalmente comprometido con mi hospital, el Miguel Servet de Zaragoza. Allí me formé y allí sigo. Ahora mismo, mi proyecto más importante es mantener todo lo bueno que se hace en mi servicio y mejorar lo que sea necesario, impulsar las nuevas tecnologías y potenciar un grupo de investigación que tenemos en Oncología Ginecológica.
En general en la Ginecología, ¿veremos avances en poco tiempo?
Sí, claro que se van a ver avances. En el cáncer de mama, por ejemplo, en poco tiempo el tumor se va a pinchar, se va a ver cómo son las características y, es posible, que solo haga falta un tratamiento concreto, que ya no sea necesario vaciar la axila.
Lo que se está estudiando es que no haya que llegar a quitar ni el ganglio centinela (el que se quita para analizar), dependiendo de cómo sea el tumor, solo habrá que quitar el tumor. La casi desaparición del cáncer de cuello uterino. El futuro está muy relacionado con la Biología Molecular. Y el deseo de que se pueda descubrir como curar el cáncer.
De Cerca
– Si no hubiera sido médico, hubiera sido…
Me resulta difícil verme en otra cosa que en la que siempre soñé, quizás tendría que ser algo relacionado con ayudar a la gente, tal vez maestro.
– Un libro que recomendaría…
Por mi profesión, El Médico, de Noah Gordon y el último que he leído, El Tenedor de Libros, de José Luis Melero.
– La última película que ha visto…
Spectre y quiero ir a ver Palmeras en la Nieve.
– Una canción…
Me encanta la música, me revitaliza. Los Beatles y Dire Straits o Mark Knopfler. Y si tengo que elegir de Zaragoza, me quedaría con Amaral y Héroes del Silencio.
– Un viaje pendiente…
Japón, Argentina y Egipto son los tres viajes que tengo pendientes.
– A qué dedica el tiempo libre…
Me gustaría comprar tiempo libre que no tengo… Así que el poco que tengo se lo dedico a mi familia, a mis amigos y a ver al Zaragoza, del que soy muy forofo.