¿Tienes una rutina de higiene facial? ¿Alguna vez te ha dado pereza lavarte la cara antes de irte a dormir? Si de normal este hábito es perjudicial para tu piel, después del verano lo es más. El sol y el calor castigan nuestra piel con mayor dureza y, si no la hidratas y la cuidas adecuadamente, puedes llegar a tener problemas.
Además, este año nos hemos saltado una estación, psicológica y físicamente: nos confinaron en invierno, aun con abrigo, y para cuando se dio por finalizado el estado de alarma ya podíamos salir a la calle solo con una camiseta. Hemos pasado la primavera en nuestras casas y eso, aunque día a día no lo notemos, ha afectado a nuestro cuerpo de distintas maneras.
La Dra. Paz Cerdá, especialista en dermatología en Zaragoza, nos habla de los posibles efectos de este verano tan particular, cuenta cuáles son los mejores tratamientos para la piel después del verano y qué cuidados debemos darle para mantenerla sana y con buen aspecto.
Índice de contenido
P.- Este año nos hemos saltado una estación. ¿Ha influido este hecho en que nuestra piel estuviera menos preparada para el verano?
Dra. Cerdá.- Sí. Somos seres vivos y dependemos de ciclos (estacionales, circadianos…) Dependiendo de las horas y de las estaciones, nuestras células se encienden y apagan, por así decirlo. Como todo esto es nuevo, realmente no sabemos qué ocurre cuando nos saltamos una estación, pero tanto a nivel psicológico como físico podemos ver que hay un desequilibrio. Esto nuestro cuerpo lo ha notado: en ciclos, en ánimos, en la piel, en el pelo…
P.- Además de las conocidas y sufridas quemaduras solares, ¿qué huellas puede dejar el verano en nuestra piel?
Dra. C.- Cuando dejas un papel o una silla al aire libre se estropea, y con la piel ocurre lo mismo: se curte, queda un aspecto de pergamino, acartonado. Los efectos del verano pueden manifestarse a través de la sequedad, en forma de manchas en el rostro, piernas y brazos, con nuevos lunares y pecas, etc.
Piel clara con daño solar crónico
P.- ¿Qué zonas de la piel suelen salir peor paradas del verano?
Dra. C.- Hay zonas que están más castigadas por la luz, como la nuca, en el caso de los hombres, o el escote, en el caso de las mujeres. Las orejas son las grandes olvidadas. Es una parte del cuerpo muy expuesta a la luz solar y muchos cánceres de piel suelen generarse porque no nos aplicamos crema solar en ellas. Por eso siempre es mejor utilizar sombrero, que cubre más, y no gorra.
Deben tener especial cuidado las personas del fototipo 1 y 2, que tienen pieles frágiles frente a la luz del sol de forma directa e indirecta (también ante los rayos que se reflejan en el agua o en la arena, por ejemplo).
P.- Entonces, ¿es normal que aparezcan nuevos lunares durante el verano? ¿En qué casos debemos preocuparnos?
Dra. C.– En el momento en el que una mancha oscura o cualquier lesión en la piel (roja, blanca…) nos produce picor, escozor o irritación. Si es así, lo mejor es acudir al dermatólogo cuanto antes.
Otra forma de identificar melanomas o lunares y pecas susceptibles de ser peligrosos, es analizarlos y comprobar si cumplen alguna de las características de la regla ABCDE (Asimetría, Bordes irregulares, Color variado, Diámetro mayor de 6mm y Evolución o cambio de aspecto).
P.- ¿Qué cuidados o tratamientos necesita nuestra piel después de las vacaciones de verano?
Dra. C.– Dos cuidados o tratamientos básicos:
- Una exfoliación dermatológica CONTROLADA y dirigida en consulta. Es importante diferenciar entre un peeling físico y uno químico. El peeling físico, generalmente, puede hacerse en casa. Sin embargo, en el peeling químico se utilizan ácidos o diferentes activos dermatológicos; por eso siempre debe hacerse en consulta, y es el tratamiento que más recomiendo para cuidar la piel después del verano.
- Una hidratación MUY INTENSA. Si de normal la hidratación va después de la ducha, después del verano, una piel castigada debería hidratarse varias veces al día, especialmente si tiene la piel seca, o es de fototipo claro.
También es buena idea volver o empezar a usar el retinol o ácido retinoico por la noche, este segundo siempre dirigido por el dermatólogo. Los retinoides son esenciales para mantener la piel sana. Podemos usar antioxidantes potentes como la vitamina C, ácido ferúlico, etc. Y encima siempre filtro solar.
P.- ¿Es necesario seguir utilizando protector solar una vez termina el verano?
Dra. C.– El protector solar hay que utilizarlo durante todo el año. Una crema hidratante con filtro solar sería el dermocosmético esencial en nuestro cuidado diario.
“El protector solar hay que utilizarlo durante todo el año.”
Además, la luz solar no es la única de la que nos tenemos que proteger. Mucha gente no lo sabe, pero la luz que emiten nuestros ordenadores, tablets y móviles también penetra en nuestra piel y puede tener efectos negativos sobre ella. La sobreexposición a la luz azul, sin protección, puede influir en la formación de colágeno (acelerando el envejecimiento de la piel) y alterar los ritmos circadianos (los hábitos que desarrollamos en base a la luz, como dormir durante la noche y vivir durante el día). Es necesario saber esto, especialmente después de una cuarentena en la que hemos pasado tanto tiempo frente a las pantallas.
Tampoco es imprescindible utilizar crema solar cada vez que vayamos a usar un dispositivo digital, pero utilizar crema hidratante con filtro solar nos proporcionará una protección mínima diaria.
P.- ¿Todos estos tratamientos se recomiendan en caso de tener la piel clara? ¿O independientemente del fototipo?
Dra. C.– En general, los activos que he mencionado son los que se necesitan. Lo que hacemos los dermatólogos es adaptar todos estos activos al tipo de piel, por textura, formación resistencia… Por tanto, estos tratamientos están recomendados para todos, incluso para personas con fototipos oscuros, que aparentemente sufren menos por el sol.
“El protector solar hay que utilizarlo durante todo el año. Una crema hidratante con filtro solar sería el dermocosmético esencial en nuestro cuidado diario.”
De hecho, en nuestra consulta dermatológica tenemos una “carta de peelings”, como si fuera la carta de zumos de una cafetería. Porque existen distintos tipos de activos y los aplicamos tanto en función del tipo de piel como de la zona del rostro a tratar (no es lo mismo la nariz que el contorno de los ojos).
P.- ¿El estrés post vacacional puede afectar a nuestra piel?
Dra. C.– El estrés es una respuesta del cuerpo que surge como mecanismo de adaptación ante una situación nueva. Tenemos tan idealizadas las vacaciones que, cuando de repente volvemos a nuestra actividad cotidiana, el cuerpo y el ánimo necesitan un tiempo para acostumbrarse. Nos da pereza volver a la normalidad, estamos ansiosos, decae el ánimo…
Esta situación, la “vuelta al cole” o al trabajo se refleja también en la piel, sí, porque en la piel se refleja todo. Cuando el organismo está estresado es normal que surja mayor irritabilidad, tengamos picores o escozor. Los eccemas y las dermatitis también pueden empeorar, pero solo hasta que termina el periodo de adaptación.
P.- La mascarilla ha sido un “inconveniente” añadido este verano. Hay personas a las que les salen granos cuando llevan mascarilla ¿Por qué ocurre?
Dra. C.– Es lo que los dermatólogos llamamos “Maskné” (o “Mask acne”, en inglés). En la zona peribucal hay más glándulas grasas, que se infectan por falta de ventilación, roce y el tejido de la mascarilla. Cuando se altera la grasa, se altera la microbiota cutánea y se genera mayor sensibilidad, lo que facilita la erupción acneiforme (la formación de acné).
La microbiota cutánea está compuesta de parásitos, bacterias y hongos que, en equilibrio, no suponen ningún problema. La flora de nuestra piel tiene que estar equilibrada entre patógenos que inflaman y que no inflaman. Lo que ocurre es que con la mascarilla se desequilibra y predomina la flora inflamatoria. Por eso se irrita nuestra piel.
P.- ¿Cómo podemos evitar que pase esto sin dejar de utilizar la mascarilla, que es una medida de prevención imprescindible mientras dure la amenaza del coronavirus?
Dra. C.– Para evitar o tratar el “maskacne” o acné por llevar mascarilla, podemos hacer tres cosas:
- Aumentar la higiene de la zona peribucal, sin ser agresivos.
- Usar colutorios orales para enjuagarnos. Los propios gérmenes de la boca pueden acentuar la alteración de la grasa en la zona y los colutorios nos ayudarán a mitigar este efecto. Además, son buenos para la flora oral.
- Acudir al dermatólogo, especialmente si aparecen muchos granitos. Hay que tratarlo como un acné normal.
“A algunas personas se les altera más fácilmente la microbiota cutánea cuando llevan mascarilla, por eso se irrita la piel y aparecen granitos. El “mask acné” debe tratarse como un acné normal, aumentando la higiene de la zona y acudiendo al dermatólogo.”
P.- ¿Qué alimentos deberíamos consumir más estos días para cuidar la piel tras el verano?
Dra. C.– Los mejores alimentos para la piel: son el pescado graso y la soja, ideales para prevenir la sequedad; las nueces; el pimiento rojo, el brócoli y el tomate natural, ya que los tres son una gran fuente de vitaminas A y C; el chocolate negro, con al menos 85% de pureza; el té verde, rico en antioxidantes y los frutos del bosque, que nos ayudan a ralentizar el envejecimiento.
El aguacate, especialmente, nos ayuda a proteger la piel del daño solar, es rico en vitaminas E y C y favorece la producción de colágeno. Sustituir los snacks poco saludables por una tostada de aguacate, puede sentar muy bien.
P.- ¿A qué retos se enfrenta nuestra piel con la llegada del otoño?
Dra. C.- Principalmente al cambio estacional, a los cambios de temperatura y al frío. Hay que insistir en la hidratación y no dejar nunca el filtro solar. El pelo también empeora.
P.- ¿Cómo afecta el cambio estacional a nuestro cabello?
Dra. C.– Estos últimos meses hemos tenido muchas más demandas de tratamientos para la caída de cabello, ha habido caídas tremendas. El recambio del folículo del pelo se produce de forma estacional, pero además este año tenemos que sumarle el estrés por el que hemos pasado.
El efluvio telógeno, es una alteración que provoca un recambio capilar repentino, es decir, una caída del cabello durante un periodo de tiempo determinado. Dicha caída puede tener varios orígenes: la toma de algún medicamento, los cambios hormonales, una alimentación insuficiente o, simplemente, situaciones de estrés y ansiedad generadas por algún acontecimiento específico.
El efluvio telógeno suele relacionarse con el estado emocional. Es una alteración de los ciclos de crecimiento del cabello que con frecuencia se produce ante situaciones de estrés, provocando que se nos caiga más el pelo.
Esto no tiene nada que ver con las vacaciones, el verano como tal o con el coronavirus, sino con las circunstancias que nos rodean como consecuencia de la pandemia. Tenemos que contar con que hemos vivido muchos cambios económicos, laborales y sociales de golpe. Después de cualquier tipo de cambio (también embarazos, infecciones y hasta dolores de muelas) se nos cae más el pelo.
P.- ¿Un último consejo para cuidar nuestra piel en casa después de todo el verano?
Dra. C.– “Trata de noche lo que quieres que se luzca por el día”. La limpieza nocturna es imprescindible para mantener en buen estado nuestra piel y prevenir arrugas y manchas, pero a mucha gente le da pereza lavarse y aplicarse cremas cuando llega a casa cansada. Por lo menos, es necesario limpiarse la piel y aplicarse un suero.
Además, después del verano y de la playa, es necesario aplicar los activos habituales más veces al día, porque nuestra piel está más perjudicada.
Es importante consultar a un dermatólogo para incluir en el neceser dermocosméticos que nos gusten y estén adaptados a nuestro tipo de piel. Para perder la pereza también puede ir bien elegir una textura que no nos resulte incómoda. Hay muchas cremas y sueros con texturas diferentes, para todos los gustos personales. ¡Encuentra los productos adecuados para ti y no volverás a tener excusas para no cuidarte!
Dra. Paz Cerdá – Dermatóloga en Zaragoza
La Dra. Paz Cerdá, miembro fundadora de Doctología, pertenece a la Junta Directiva de la Academia Española de Dermatología, además de ser vocal de la citada Asociación. En Zaragoza, constituye un referente en cuanto a diagnóstico y tratamientos con Láser Dermatológico.
Es especialista en Dermatología con 27 años de experiencia y socia fundadora del Centro Láser Quirón y Centro Láser Ruiseñores. Actualmente dirige su propia consulta privada de Dermatología y Tratamientos Láser en Zaragoza.
Pedir cita con Dra. Paz Cerdá Escar
Pº Independencia, 21 Pral. Izquierda 50001 Zaragoza
