122016May
Síndrome de fatiga crónica, el cansancio que no cesa

Si sientes continuamente un cansancio intenso que no está relacionado con otras enfermedades y no se alivia ni con reposo ni horas de sueño, quizás sufras el síndrome de fatiga crónica, un trastorno devastador y poco conocido.

Para sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad hoy se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de Fatiga Crónica.

Las personas que lo sufren tienen una fatiga abrumadora y otros síntomas que no mejoran con el descanso y que suele empeorar con el esfuerzo físico o mental.

No hay registros oficiales, pero se estima que el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) tiene una prevalencia muy baja, de entre el 0,006 y el 3%.

Afecta más a los hombres que a las mujeres, unas cuatro veces más y la mayoría de los diagnosticados tienen entre 40 y 50 años. Es una enfermedad muy poco frecuente en niños, aunque se puede presentar en adolescentes.

¿Cuáles son los síntomas del SFC?

Como se ha dicho, el síntoma principal del SFC es el cansancio, que puede incluir dolores musculares y de cabeza.

Este cansancio suele durar al menos seis meses, no se alivia con el descanso, empeora cuando se está de pie y en algunos casos es tan intenso que impide realizar algunas otras actividades con normalidad.

Otros síntomas incluyen:

  • No sentirse descansado después de haber dormido suficiente tiempo
  • Falta de memoria y problemas para concentrarse
  • Confusión
  • Dolor articular
  • Irritabilidad
  • Fiebre leve
  • Dolores musculares
  • Debilidad muscular
  • Dolor de garganta y sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello o la axila

¿Qué provoca esta enfermedad?

Las causas de esta enfermedad son todavía desconocidas, aunque está demostrado que afecta al sistema nervioso y al sistema inmune.

Se han estudiado varias afecciones para determinar si provocan la aparición el SFC: infecciones, estrés, problemas inmunitarios, traumas o determinadas toxinas.

En general, las investigaciones apuntan a que este síntoma puede deberse a:

  1. El virus de Epstein-Barr o el virus del herpes humano tipo 6. Aunque aún no se ha determinado que ningún virus específico sea la causa científica de este síntoma.
  2. Inflamación en el sistema nervioso, debido a una respuesta defectuosa en el sistema inmunitario.

Por otra parte, hay varios factores que pueden inciden en la posibilidad de desarrollar esta enfermedad:

  • Edad y género: Este síndrome se presenta con mayor frecuencia en mujeres de 30 a 50 años.
  • Enfermedad previa
  • Estrés
  • Genética
  • Factores ambientales

Diagnóstico

fatiga-cronica

Uno de los principales problemas para afrontar esta patología es la dificultad del diagnóstico. Lo que suelen hacer los médicos es descartar todas las enfermedades conocidas que provocan fatiga, como el cáncer, la hepatitis, la tuberculosis, o incluso la depresión.

Según define el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC), hay varios puntos clave que nos certifican que estamos frente a un caso de Síndrome de Fatiga Crónica:

  1. La fatiga se prolonga más de seis meses consecutivos. Debe ser un cansancio que no se consecuencia de la actividad física y no se pase con el descanso.
  2. El malestar después de actividades físicas o mentales dura más de 24 horas.
  3. El especialista previamente ha descartado enfermedades preexistentes o de sintomatología similar.
  4. Coinciden cuatro o más síntomas, a parte de la fatiga, de manera persistente o con recaídas durante seis meses consecutivos.

¿Hay tratamiento para el SFC?

Actualmente no existe tratamiento curativo científicamente reconocido para el Síndrome de Fatiga Crónica, por lo que el objetivo es consiste en lograr aliviar los síntomas y conseguir la adaptación de los pacientes a sus limitaciones.

El tratamiento debe ser siempre combinado y debe tener en cuenta 4 perspectivas:

  1. Farmacológica
  2. Psicológica
  3. Rehabilitadora –física
  4. Educacional– social

Lo más importante es ponerse siempre en manos de profesionales que conozcan bien la enfermedad y puedan resolver todas tus dudas.

Algo fundamental será que el paciente conozca cómo le afecta el SFC y cómo reacciona su cuerpo ante el esfuerzo, para poder adaptarse a los límites que impone la enfermedad.

Consejos para mejorar la calidad de vida

  • Debes evitar el reposo continuo, intenta hacer cosas, aunque no sea a un ritmo elevado o durante mucho tiempo, es no importante no parar.
  • Todos los días deben ser parecidos en cuanto a nivel de actividad. No hagas grandes esfuerzo un día y nada al siguiente.
  • Revisa tus expectativas y adáptalas a la realidad: evitarás sentimientos de frustración y culpabilidad.
  • Mantén el contacto con tu familia, amigos y allegados.
  • Mantén una dieta sana y equilibrada, con un horario de comidas regular e hidratación abundante.
  • Intenta mejorar la calidad y cantidad de tu sueño, pero evita las siestas. Además, es importante que estés en la cama solo para dormir.
  • Conviene realizar ejercicio aeróbico sin llegar a fatigarte ni tener dolor. Lo más sencillo son hacer pequeños paseos de un cuarto de hora.
  • Limita y elige el mejor horario para realizar las actividades congénitas que te requieran esfuerzo, como por ejemplo leer. ​

*Consejos basados en la ponencia Consejos Generales de Paciente con Síndrome de Fatiga Crónica de las IV Jornadas sobre SFC del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona (2007).

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