Las playas, las piscinas, los ríos y los entornos naturales son, sobre todo, para niños y jóvenes el punto de encuentro para disfrutar del verano. Cuando muchas familias preparan ya sus vacaciones y su salida del mes de agosto no está de más recordar algunas medidas para evitar riesgos, disfrutar de todas las actividades acuáticas y hacerlo con seguridad.
En España fallecieron 471 personas por ahogamiento en el año 2013, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. 37 personas fallecieron en una piscina, 14 de ellos eran menores de 10 años, y 140 en aguas naturales, de los que 51 eran mayores de 65 años.
Ahora, una guía tipo cómic advierte de los riesgos de sufrir lesiones en los distintos entornos acuáticos. “Disfruta del agua y evita los riesgos”, editada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, está dirigida a niños y niñas y a los adultos responsables de su cuidado. En ella se recuerda, por ejemplo:
- El ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces la víctima se perdió de vista en solo unos minutos.
- Un bebé puede ahogarse en 30 centímetros de profundidad. Muchos ahogamientos se producen en el entorno familiar: bañeras, piscinas privadas y piscinas hinchables.
- El cercado perimetral de la piscina es la mejor medida de seguridad en las piscinas privadas, aislándola de la vivienda y con una altura de 1,2 metros, de forma que no sea posible escalar.
Una de las cuestiones que más preocupan a las familias es lo que popularmente se conoce como “corte de digestión”. También se recogen algunas recomendaciones en la guía pero, como norma general:
- Prestar atención a los cambios bruscos de temperatura corporal. No bañarse o ducharse con agua fría, sobre todo, después de comidas copiosas.
- No tirarse al agua golpeando el vientre.
- Entrar de forma lenta y progresiva tanto en la playa como en la piscina.
Bastante común, en época estival, son infecciones como la otitis y la cistitis. Para prevenirlas:
- No nadar en aguas contaminadas
- Utilizar tapones adecuados y mantener los oídos secos
- Aumentar la ingesta de líquidos
- No permanecer demasiado tiempo con el bañador mojado
- Tener una correcta higiene genital
Y después del baño, hay que secar bien los pies y mantenerlos hidratados para evitar los molestos hongos. De ahí, que se deba prestar atención a los suelos húmedos y al tipo de calzado que se lleva.
Si se quieren evitar las consecuencias del calor, beber agua es importante, una ingesta continua y en pequeñas cantidades. En este sentido, es conveniente también elegir alimentos ricos en agua, como la fruta y la verdura. Aparte, tratar de permanecer en ambientes frescos y ventilados.