Qué tal si hacemos la prueba de acercarnos al cajón o al armario en el que vamos dejando los medicamentos en nuestras casas. ¿Cuántos fármacos tenemos? y, de ellos, ¿cuántos están caducados? y ¿cuántos no recordamos para que sirven?… El consumo de medicamentos se ha convertido en algo habitual en las sociedades más desarrolladas, cada vez con mayor frecuencia recurrimos a ellos. Incluso nos hemos convertido en prescriptores y somos capaces de recomendarlos a nuestros amigos y a nuestras familias, sin pensar que, tal vez, lo mejor sería indicarles que acudieran a su médico.
Conviene recordar que ningún medicamento tiene riesgo cero y que un consumo inadecuado provoca efectos adversos para la salud. Los médicos recuerdan constantemente que se deben tomar “pastillas, las justas” y muestran su preocupación por la resistencia que un mal uso de los antibióticos genera a la hora de combatir las infecciones.
7 reglas a tener en cuenta
- Conocer los medicamentos que se toman. Revisar los que se toman y contar siempre con el médico, enfermera o farmacéutico que sean de confianza.
- Dar una oportunidad a las opciones no farmacológicas. Antes de iniciar un nuevo tratamiento, conviene asegurarse de que no existen alternativas sin pastillas y de que el medicamento es realmente necesario.
- Medicamentos, los justos y necesarios. Tan importante para la salud puede ser tomar un medicamento necesario como dejar de tomar los innecesarios.
- No hay medicamentos de por vida. Un medicamento puede ser adecuado en un momento de la vida pero más adelante dejar de serlo o incluso llegar a ser perjudicial.
- Los cambios, poco a poco. Si las circunstancias lo permiten, al comenzar a tomar varios medicamentos al mismo tiempo, es preferible que empieces primero con uno, luego con otro… y con la menor dosis posible.
- No hay medicamento libre de riesgos. Si se toman muchos medicamentos o se ha comenzado a utilizar recientemente alguno nuevo, cualquier síntoma diferente puede ser un efecto adverso.
- Lo nuevo no siempre es mejor. Los medicamentos que llevan más tiempo en el mercado son más conocidos y su uso suele ser más seguro que los novedosos.
Qué sucede con los antibióticos
El tratamiento con antibióticos sólo puede indicarlo el médico.
Seguir las instrucciones en cuanto a las dosis y duración del tratamiento.
Es fundamental cumplir el tratamiento indicado. Las resistencias de las bacterias a los antibióticos aumentan cuando estos se toman a dosis incorrectas o de forma irregular.
Todas las infecciones no necesitan tratamiento antibiótico. Los resfriados, catarros y gripes son causados por virus y no mejoran ni se evita su contagio tomando antibióticos.
Fuentes de información sobre el consumo de pastillas:
- Campaña Pastillas, las Justas
- Artículo Dr. Ezquerro: Dejar de tomar pastillas o psicofármacos
- Organización Mundial de la Salud, OMS
- Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, AEMPS