Rellenos dérmicos: ¿Qué son y para que sirven?

Los rellenos dérmicos son una de las opciones por las que más personas se decantan para combatir y minimizar la pérdida de volumen y flacidez asociadas al envejecimiento. Este relleno permite rellenar los labios, restaurar el volumen de las mejillas y suavizar los pliegues.

Sus resultados naturales y duraderos explican su creciente demanda. Según un estudio de Contrive Datum Insights, se prevé que en la próxima década el mercado mundial de inyectables faciales crezca al menos un 9%. ¿En qué consiste este procedimiento en auge en el campo de la dermatología?

¿Qué son los rellenos dérmicos?

Los rellenos dérmicos son sustancias que se inyectan en la piel o tejidos blandos. Más allá de los beneficios antienvejecimiento, los rellenos dérmicos pueden utilizarse para corregir imperfecciones menores y asimetrías en la cara de manera no invasiva. 

Los efectos de los rellenos dérmicos son temporales y por tanto, es posible que haya que repetir esta técnica para mantener el efecto deseado.

Tipos de rellenos dérmicos

Los rellenos dérmicos aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) presentan las siguientes características:

Colágeno

Esta sustancia está presente en un 70-80% del tejido de nuestra piel, pero con la edad se va perdiendo y fragmentando. Los rellenos de colágeno son muy útiles para arrugas o líneas finas.

Ácido hialurónico

Es uno de los rellenos más populares, por su seguridad y versatilidad. Tiene propiedades hidrofílicas, lo que lo convierte en un excelente material de relleno. Además, las posibilidades de provocar una reacción alérgica son muy bajas.

Hidroxiapatita de calcio

Presenta una duración mayor a los rellenos dérmicos anteriores. También puede actuar como bioestimulante en la producción de colágenos durante 1 o 2 años.

Ácido poliláctico

Más que un relleno inmediato, se trata de un estimulador de colágeno, generando con el paso del tiempo volúmenes mayores.

Microesferas de polimetilmetacrilato

Es un tipo de relleno permanente, que estimula la producción de colágenos celular propio.

Usos frecuentes de los rellenos dérmicos

La FDA ha aprobado los siguientes rellenos dérmicos en personas de 22 años o más: 

• Corrección de arrugas y pliegues faciales de moderados a graves.
• Aumento del tamaño de los labios, mejillas, mentón, línea de la mandíbula, espacio bajo los ojos y dorso de la mano.
• Restauración de la pérdida de grasa facial en personas con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
• Corrección de cicatrices en las mejillas causadas por acné.

Riesgos de los rellenos dérmicos

Tras someterse a un proceso de inyección de rellenos dérmicos, es probable manifestar algunas reacciones reacciones secundarias, entre las que se incluyen:

• Moretones.
• Enrojecimiento.
• Hinchazón.
• Dolor.
• Sarpullido.
• Picor.
• Complicación para realizar actividades (cuando se ha inyectado en el dorso de la mano).

Aunque en menor medida, también podrían aparecer infecciones, reacciones alérgicas, llagas, bultos elevados dentro o debajo de la piel o incluso necrosis (muerte del tejido). Previamente a someterse a este procedimiento, las personas interesadas en el relleno dérmico deberán realizarse pruebas de alergia. 

¿Pueden eliminarse los rellenos dérmicos?

Eliminar o reducir los rellenos dérmicos es posible, aunque para ello hay que someterse de nuevo a inyecciones o cirugía. En algunos casos, eliminar el material del relleno dérmico es difícil o incluso imposible, y es posible que deba esperarse a que se disuelva naturalmente con el paso del tiempo.

Es importante realizar este procedimiento de la mano de un profesional que pueda medir la cantidad de relleno dérmico inyectado. De esta manera se evitará el efecto ‘cara de almohada’, producido por el exceso de producto aplicado. Si quiere inyectarse relleno dérmico o necesita asesoramiento específico, la Dra. Paz Cerdá, dermatóloga en Zaragoza, le ofrecerá la atención que necesita.