Algunos cereales como el trigo, la cebada, la espelta, el centeno y sus derivados, contienen en el interior de sus semillas el gluten.
Esta sustancia está formada por varias proteínas entre las que destacan la gliadina y la glutenina. Estas proteínas, en algunas ocasiones, no se digieren bien o el propio organismo las detecta y actúa en su contra. Dependiendo de cómo reacciona cada persona ante la presencia del gluten, se puede distinguir entre intolerancia al gluten y celiaquía.
Los síntomas de ambas patologías son similares, por eso, en Doctología queremos esclarecer la diferencia entre la intolerancia al gluten y la celiaquía.
Índice de contenido
¿Qué diferencia hay entre la intolerancia al gluten y la celiaquía?
Existen tres características clave que sirven para poder diferenciar la intolerancia al gluten de la celiaquía:
Es un trastorno sistémico
La enfermedad celíaca produce en las personas que lo sufren síntomas digestivos, como la diarrea, pero también a nivel sistémico, es decir, afecta a otros factores del organismo. La intolerancia al gluten, por el contrario, se manifiesta solamente a nivel digestivo.
Es crónica
La celiaquía es un tipo de enfermedad crónica que no tiene cura a nivel médico. Pueden evitarse sus efectos eliminando la ingesta de gluten de la dieta. Si no entra esta sustancia al organismo, no hay manera de que el aparato digestivo reaccione de forma negativa.
Es un trastorno de base inmunológica
La enfermedad celíaca es un trastorno de base inmunológica y eso quiere decir que el organismo es el que reacciona negativamente ante las proteínas del gluten.
La gliadina y la glutenina tienen un aspecto muy parecido a las proteínas que forman las vellosidades del estómago y el intestino. Al consumir gluten, los anticuerpos atacan a sus proteínas, pero confunden la gliadina con las proteínas del intestino, por lo que reaccionan también ante ellas y las destruyen.
Consumir alimentos con gluten teniendo la enfermedad celíaca favorece la destrucción de esta capa protectora y acaba dañando los órganos del aparato digestivo.
Por el contrario, la intolerancia produce dolores estomacales y diarreas, pero no afecta a las paredes del intestino.
Otros síntomas que marcan la diferencia entre la intolerancia del gluten y la celiaquía
Como se ha explicado anteriormente, la celiaquía es un trastorno sistémico, afecta a todo el organismo, por lo que existen varios síntomas que sirven de diferencia entre intolerancia al gluten y la celiaquía para el diagnóstico de ambas:
- Diarrea
- Vómitos
- Digestión pesada
- Hinchazón estomacal
- Cefaleas
- Problemas de fertilidad
- Dermatitis herpetiforme, generalmente en los brazos
- Problemas relacionados con la hormona del tiroides
Los síntomas relacionados con la intolerancia al gluten son básicamente estomacales, produciendo hinchazón, digestiones pesadas y diarreas.
¿Es malo el gluten para el ser humano?
Al ser causante de este tipo de enfermedades e intolerancias, se tiende a pensar que el gluten es nocivo para el organismo humano, pero no es así.
Esta sustancia reside en los cereales, básicos en la alimentación. Son los que aportan un gran porcentaje de la energía que se necesita diariamente, por ello, retirarlos de la dieta no es nada recomendable a no ser que se sufra de algún problema relacionado con el gluten.
Existen alternativas de cereales que no contienen gluten para que las personas celíacas puedan recibir esa energía necesaria como el arroz o el maíz, entre otros.
El caso de la avena es algo particular. Este cereal en su composición no contiene gluten, pero, en muchas ocasiones, se ve contaminada por trazas de otros cereales en su envasado. Es muy importante que, si una persona con celiaquía quiere consumir avena, revise detalladamente que este producto no haya tenido contacto con esta sustancia.
Si nota que sufre alguno de estos síntomas es importante acudir a un médico especialista en aparato digestivo que conozca y domine cuál es la diferencia entre intolerancia al gluten y celiaquía para que pueda diagnosticar cuál de las dos sufre y poderle poner solución cuanto antes.
Aumenta cada vez más el autodiagnóstico, en la mayoría de casos fallido, de la celiaquía y la intolerancia al gluten, por lo que muchas veces se toman medidas erróneas ante los síntomas estomacales que nota la persona. Por ello es primordial visitar un especialista que determine realmente qué patología sufre.