María Ezquerro Loscos, Psicoterapeuta del Centro La Sal de Madrid, nos explica en qué consiste esta nueva terapia, tan de moda en los últimos años.
En momentos tan tensionados para la sociedad civil, con millones de personas confinadas en sus casas, practicar el mindfulness puede ser una solución para mitigar la dureza de la «cuarentena».
Quizá eres de los que siempre ha pensado que este tipo de técnicas son «paparruchadas» de ejecutivos, pero ahora «te viene de perlas» intentar la terapia online para lidiar con el encierro. Por ello, hoy te explicamos los beneficios del mindfulness.
Índice de contenido
P.: ¿En qué consiste exactamente el mindfulness?
M.E.: La «plena conciencia« o el «mindfulness», es una terapia muy de moda, pero que quizá la gente no sabe muy bien en qué consiste ni para qué sirve. El método se desarrolla como un conjunto de técnicas de meditación, validadas científicamente, que siempre que se realizan siguiendo un protocolo determinado; y otorgan un resultado concreto en los pacientes a los que se aplica.
Los resultados se obtienen, al lograr que el paciente esté sereno y conectado con el momento presente de forma que pueda responder, desde la calma, a las situaciones y emociones que experimenta.
“Así pues, la mente no mira ni delante ni detrás. Solo el presente es nuestra felicidad.” (Goethe, Fausto).
P.: ¿Cuál es la idea detrás del mindfulness? ¿Qué podemos conseguir con este tipo de terapia?
M.E.: La idea que motiva la práctica del mindfulness es la posibilidad de transformar nuestras mentes para estar en calma, y reunir la fuerza suficiente para aceptar lo inevitable cuando sucede. Es un método que nos enseña a vivir el momento presente con curiosidad y sin juicio, siendo conscientes de nuestras emociones y nuestros pensamientos.
La vida, implica estar sometido a causas continuas de estrés y ansiedad, porque vivir es también descubrir el dolor en ciertos momentos y enfrentarse a la incertidumbre. El mindfulness nos ayuda a experimentar la existencia humana de forma plena y consciente en el aquí y ahora: Prepara a la mente para estar en calma y con una actitud positiva.
El mindfulness pretende que el paciente pueda responder, desde la calma, a las situaciones y emociones que experimenta
Es mucho más que un mero proceso psicológico porque engloba también al cuerpo, ambos son indisociables, no se dejan jamás. Los alivios del uno influyen en la otra. Existen numerosos ejercicios que giran alrededor del cuerpo para hacernos conscientes.
El cuerpo como puerta de entrada a la mente
Las investigaciones principales sobre el mindfulness, se hicieron para lograr la reducción de estrés, con el paso del tiempo se ha podido validar también en diferentes patologías como la depresión, la ansiedad y los trastornos de conducta alimentaria, entre otros.
Saber prestar atención y ser conscientes de lo que pasa es una capacidad innata del ser humano; pero, a causa de las constantes distracciones a las que nos vemos sometidos en la vida diaria, es difícil mantener la atención de forma constante.
Cuando estamos agitados emocionalmente, es muy difícil mantener activa la consciencia. El mindfulness nos enseña a entrenar la atención en el momento presente y a ser conscientes de lo que estamos experimentando tanto en la mente como en el cuerpo. En definitiva, nuestra vida mejora a medida que lo practicamos.
P.: ¿Cuáles son los orígenes del mindfulness?
M.E.: El mindfulness es una práctica médica basada en la evidencia, y su origen está relacionado con la meditación oriental, específicamente con la meditación budista. Surgió de la voluntad de un grupo de psiquiatras y psicólogos de encontrar herramientas para aliviar el estrés y paliar el sufrimiento de pacientes con dolor crónico.
El mindfulness, prepara a la mente para estar en calma y con una actitud positiva
El nacimiento del mindfulness se circunscribe al desarrollo de la medicina integrativa, una nueva manera de entender la salud y la enfermedad desde un punto de vista holístico, de considerar mente y cuerpo como un todo, en la que el paciente desempeña un papel central y activo en el sentido de que puede modificar las conductas o los comportamientos que le afectan.
Una de las características del mindfulness es la experimentación de lo que ocurre, cómo ocurre y cómo nos sentimos ante estos hechos que están ocurriendo. Es un modo de experimentar qué pasa por la conciencia.
La respiración ocupa un lugar fundamental en la práctica del mindfulness: es el medio más potente para conectar con el instante presente. Uno de los consejos más sencillos y eficaces que se les da a los participantes es que varias veces al día se ocupen de respirar, solo de respirar, durante dos o tres minutos completos.
Es posible sosegarse mediante la respiración. No controlándola, sino conectándose humildemente con ella y acompañándola con suavidad. Es fenomenal respirar conscientemente varias veces al día. Solo de respirar, durante dos o tres minutos completos
P.: ¿Qué beneficios tiene el mindfulness para el cambio terapéutico?
- La práctica del mindfulness, posibilita alcanzar mayor conciencia, gracias a que incorpora una nueva forma de percibirse a sí mismo, más sana; centrada más en el ser que en el hacer.
- Ayuda a reducir los pensamientos recurrentes, al reducir el estrés y el malestar, aumentan de forma inmediata los niveles de serotonina y se mejora su estado de ánimo, por lo que la rumiación y los pensamientos recurrentes se reducen.
- Todos los ejercicios de mindfulness inducen a que los practicantes presten una mayor atención al momento presente. Uno de los problemas del ser humano es la tolerancia a la incertidumbre, por lo que es muy favorable el mindfulness para aceptarla. Aceptar aquellas circunstancias de la vida que no podamos modificar implica una importante reducción de la ansiedad y una mejor actitud hacia nosotros mismos.
- Mejora la capacidad de autocuidado y de amor hacía uno mismo desde la aceptación de quienes somos, mejora la autoestima y el grado de conocimiento personal también aumenta.
- Por lo tanto, el mindfulness también proporciona mayor estabilidad emocional y flexibilidad ante los hechos, lo que, en el ámbito terapéutico, ofrece una perspectiva más objetiva y vinculante con la vida sin emitir juicios y sin llegar a poner en marcha mecanismos de evitación. Aceptar la experiencia tal cual es y dejarla existir.
En el mindfulness se aceptan las sensaciones emocionales negativas o dolorosas, se les permite estar presentes. Aceptar aquellas circunstancias de la vida que no podamos modificar, implica una importante reducción de la ansiedad y una mejor actitud hacia nosotros mismos.
Por ello, quienes practican mindfulness muestran niveles de ansiedad más bajos y una mayor capacidad de aceptación de sí mismos y de sus circunstancias personales.
María Ezquerro Loscos
Psicoterapeuta y co-directora del centro Psicoterapia La Sal. Madrid
644 289 281
- Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid
- Especialista Universitario en Psicoterapia Psicoanalítica: El niño/a y su familia
- Especialista Universitario en Psicoterapia Psicoanalítica por la Universidad Pontificia de Comillas
- Curso Superior de Mindfulness. Universidad Rey Juan Carlos y Deusto Salud
- Psicoterapeuta Gestalt por el Instituto de Psicoterapia Gestalt
- Tutora de grupo de formación en Psicoterapia Gestalt
- Formación en terapia sistémica constructivista familiar y de pareja
- Miembro acreditado de la Sociedad Forum en Psicoterapia Psicoanalítica
- Miembro titular de la Asociación Española de Terapeutas Gestalt (AETG)
- Psicoterapeuta acreditada por la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP)
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Paseo Independencia, 19 - 3º Zaragoza