La Degeneración Macular Asociada a la Edad, más frecuentemente llamada DMAE, es una de las enfermedades de la retina más comunes, junto la miopía, el desprendimiento de retina y la retinopatía diabética. Consiste en la pérdida de visión central progresiva como consecuencia del deterioro de la mácula, una parte del ojo esencial para percibir los detalles y que por tanto nos permite desempeñar funciones como leer, conducir o reconocer los rostros, es decir, la visión de calidad.
La DMAE se asocia sobre todo a personas mayores de 50 años. Provoca un emborronamiento de la visión, pero si se diagnostica y trata de forma precoz se puede frenar, y así evitar en muchas ocasiones que la repercusión sobre la calidad de vida del paciente sea invalidante.
El Dr. Enrique Fuentemilla, Oftalmólogo en Zaragoza, nos explica cómo detectar la DMAE, qué tipos existen, cómo prevenirla y cuál es el mejor tratamiento para curarla.
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¿Qué es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)?
Es importante saber que las imágenes que percibimos son en realidad proyecciones de luz que entran en el globo ocular a través de la córnea, la pupila y el cristalino y que terminan enfocándose y adquiriendo formas concretas en y gracias a la retina. La mácula es un área pequeña, situada en el centro de la retina, alineada con el eje visual, que posee la mayor densidad de células fotorreceptoras; por lo que es capaz de distinguir los detalles y el movimiento con mayor claridad.
Mientras que la mácula nos proporciona visión central y de precisión, el resto de la retina se encarga de la visión periférica o visión amplia y de transmitir el conjunto de imágenes al cerebro para que las procese y las entienda. En otras palabras, nuestro ojo es como un proyector de cine que traduce las imágenes para nosotros: la retina graba lo que percibe, pero la mácula nos permite distinguir los pequeños detalles de nuestra película personal.
Síntomas de la DMAE
Cuando una persona tiene DMAE, significa que su mácula ha comenzado un proceso de deterioro; la visión se vuelve borrosa y resulta más complicado reconocer detalles: podrá distinguir peor las letras y números, así como los colores, los rostros, etc. y la lectura se dificulta enormemente.
Al principio, esa “mancha borrosa” es pequeña y tan solo algo molesta, pero conforme avanza la enfermedad se va haciendo más grande, oscureciéndose y aumenta la pérdida de visión; en ocasiones las imágenes se distorsionan y las líneas rectas se “doblan”. Además, tendrá mayor dificultad para adaptarse a los niveles bajos de luz y necesitará una luz más brillante.
Es importante detectarla y frenar sus efectos, antes de que las repercusiones para la persona sean más graves.
Tipos de Degeneración Macular y factores de riesgo
En función de cómo la Degeneración Macular afecta a la retina se pueden distinguir dos tipos distintos de DMAE:
- DMAE atrófica o seca: es el tipo de degeneración macular más frecuente. Se produce por un deterioro progresivo de las células fotosensibles y del epitelio pigmentario presentes en la mácula. Su evolución es más o menos lenta y puede pasar bastante tiempo hasta que tengas pérdidas de visión severas.
- DMAE húmeda o exudativa: mucho menos habitual, este tipo de degeneración macular es más brusca y agresiva y provoca la pérdida de visión en menos tiempo. Consiste en la aparición de unos vasos anómalos debajo o en el interior de la mácula; estos vasos provocan hemorragias y edema, se van a manifestar como pérdidas muy agudas de la visión, en forma de manchas oscuras en el centro o como una gran distorsión de las imágenes. Acude al oftalmólogo inmediatamente si aparecen síntomas nuevos o percibes que los síntomas progresan con rapidez para evitar la pérdida de visión total.
Como su propio nombre indica, la DMAE está asociada al envejecimiento y afecta a personas por encima de los 50 años. Sin embargo, existen determinados factores que aumentan la propensión de las personas a sufrir una degeneración macular, entre ellos: una predisposición genética, el tabaco, los malos hábitos alimentarios, la exposición directa y continuada a las radiaciones solares, la hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares.
Tratamiento de la degeneración macular y Prevención
Para poder diagnosticar la DMAE se debe realizar un examen completo del ojo que incluya la exploración de la retina, ya sea mediante el oftalmoscopio o con técnicas de imagen, como la fotografía de la retina o la tomografía de coherencia óptica (OCT); de esta forma el oftalmólogo podrá comprobar la presencia, el estado o la progresión de la enfermedad.
Hasta el momento no existe tratamiento para la DMAE seca, que como recordamos, se trata de la forma más frecuente. Sin embargo, recomendamos visitar al oftalmólogo cada 6 o 12 meses en dependencia del grado de afectación (leve, moderado severo), para controlar la evolución (agudeza visual y OCT) y tratar otras enfermedades del globo ocular que aparecen a edades similares, como las cataratas o el glaucoma.
El oftalmólogo le aconsejará medidas nutricionales y en algunos casos el aporte de suplementos vitamínicos, antioxidantes, etc., que en ocasiones pueden ralentizar el proceso, pero no deben ser considerados como tratamiento. También le facilitará alguna herramienta de autoexploración, como la Rejilla de Amsler, ésta consiste en una cuadrícula cuya percepción cambiará en dependencia de la evolución o empeoramiento súbito (aparición de la forma húmeda), debiendo entonces acudir a un servicio de Oftalmología lo antes posible.
En el caso de la DMAE húmeda, menos frecuente, pero a menudo de inicio dramático. Su principal y casi único tratamiento consiste en cerrar estos vasos sanguíneos anómalos que se han formado, por medio de inyecciones intraoculares o intravítreas, para evitar las fugas y frenar el avance de la enfermedad. El número de inyecciones es variable, pero generalmente se van a poner inicialmente cada mes y posteriormente se podrán ir espaciando en el tiempo.
En general cada persona tendrá un régimen de tratamiento único, pudiendo bastar con unas pocas inyecciones o bien necesitándolas de por vida. Debemos entender esto y que muchas veces el futuro visual dependerá de un correcto tratamiento y de no abandonarlo. El tratamiento logrará mantener la visión en la mayoría de los casos, pudiendo mejorar la visión casi en la mitad de los pacientes, aunque es posible que en unos años la visión sufra un lento deterioro.
Cuando la visión se ha deteriorado de forma muy significativa se pueden usar ayudas visuales, en centros especializados en Baja Visión. Es importante conocer que nunca se produce la ceguera completa, siempre se va a mantener la visión periférica (excepto en algún extraordinario caso de hemorragias masivas).
Para prevenir la aparición de la DMAE, visita al menos una vez al año a tu oftalmólogo.
Una visita anual puede ayudarte a evaluar si existe alguna anomalía en tu visión y, en caso de haber sido diagnosticado, a controlar la patología. Evita el tabaco y la dieta rica en grasas; diversos estudios confirman la relación entre la degeneración macular, la obesidad y los hábitos alimenticios poco saludables.
Recomendaciones para las personas que sufren DMAE
Como las personas con DMAE tienen dificultades para leer y reconocer los rostros, entre otras cosas, conviene aprender a convivir con ello y encontrar trucos para facilitarse la vida. Si sufres DMAE, hay una serie de recomendaciones que puedes seguir para mejorar tu calidad de vida en el día a día.
- Mantén tu hogar bien iluminado, tanto en general como cuando vayas a leer o realizar alguna actividad que requiera precisión. En estos momentos puedes emplear una lámpara pequeña que te permita orientar la proyección.
- Trata de tener tu hogar ordenado. Se trata de hacerte la vida más sencilla: dedica algo de tiempo a etiquetar tus objetos y ordenar tus pertenencias con un sistema que te permita encontrarlos sin dificultad en cualquier momento.
- Aprovecha las nuevas tecnologías y descárgate aplicaciones útiles para tu día a día: desde apps que reconocen los objetos que tienes delante y dicen su nombre en voz alta (Taptapsee), que te guían en el camino a casa o sistemas para consultar toda la información relativa a tu tratamiento o tus medicamentos. Existe incluso una aplicación, Viaopta simulator, que reproduce las imágenes tal y como las perciben las personas con defectos de la visión, con manchas oscuras y borrosas, para que puedas ponerte en su piel. También puedes aumentar el tamaño de las letras y números en tu móvil, para tener menos problema a la hora de escribir mensajes o marcar para llamar.
Dr. Enrique Fuentemilla – Oftalmólogo en Zaragoza
Experto en:
- Cirugía de Catarata y presbicia.
- Diagnóstico precoz y tratamiento médico del Glaucoma.
- Cirugía del Glaucoma.
- Cirugía Mínimamente Invasiva del Glaucoma.