La fascitis plantar es una de las dolencias ortopédicas más comunes del pie, tanto es así que afecta a miles de personas dificultándoles su día a día. El Doctor Félix Pastor, traumatólogo en Zaragoza especialista en ozonoterapia, nos habla en este artículo sobre los síntomas y casusas de esta dolencia, cómo identificarla y, finalmente, de los diversos tratamientos que existen para tratarla y curarla.
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¿Sufro de fascitis plantar?
La fascitis plantar es una dolencia muy frecuente entre deportistas, aunque también puede surgir en personas sedentarias normalmente a partir de los 45 años. La dolencia surge a raíz de una inflamación de la fascia plantar, estructura musculo-ligamentosa que conecta la zona frontal del pie con la posterior (el talón) contribuyendo a formar el arco plantar o levantamiento de la parte interna del pié.
Si notas dolor en el puente o arco del pie o más atrás en la parte interior del talón, es probable que sufras esta dolencia que puede confirmarse si, además, aparecen otros síntomas como enrojecimiento, sensibilidad o hinchazón leve en esta zona nada más despertarte o tras realizar cierta actividad física.
¿Qué ha podido causarme la fascitis plantar?
La fascitis plantar es una dolencia muy común que aparece debida a diversas causas. El Doctor Félix Pastor destaca los principales factores de riesgo, para que se actúe con precaución tratando de evitar realizar los comportamientos que propician la aparición de esta dolencia.
- Soportar peso extra: tenemos que tener cuidado a la hora de exponernos a largos periodos en los que cargamos con un exceso de peso, ya que esto genera una sobrecarga en la fascia plantar que provoca la inflamación de la misma o fascitis plantar.Las personas con obesidad y sobrepeso tienen que tener especial cuidado en este apartado.
- Utilizar calzado inadecuado: El calzado es un complemento de vital importancia para el pie. Este debe ser cómodo y siempre adecuado para la actividad que se realice. No seguir estas recomendaciones fomenta la aparición de esta dolencia.
- Estar muchas horas de pie: las personas que por profesión o situación personal tienen que pasar muchas horas de pie son más propensas a sufrir esta dolencia. Hay que procurar, en la medida de lo posible, realizar los descansos adecuados.
- Arco del pie pronunciado: Los pies con un arco muy pronunciado (pies cavos) fomentan la aparición de la fascitis plantar. Esto es inevitable pues aparecen con el desarrollo, pero puede subsanarse con el uso de plantillas de descarga adecuadas que pueden prevenir la aparición de fascitis.
- Realización de actividades físicas de fuerte impacto en el pie: Esta dolencia afecta en especial a corredores y también a los que practican deportes con saltos como el baloncesto, pero pueden darse en cualquier actividad deportiva, debido a la gran carga a la que se exponen sus pies durante las sesiones deportivas y el golpe repetitivo sobre la parte de detrás del pié o talón.. Si se practica deporte de forma asidua hay que tener especial cuidado.
¿Cómo se diagnostican estas dolencias?
Una vez sospechamos que podemos sufrir de fascitis plantar, lo más recomendable es acudir a un traumatólogo para realizar un diagnóstico de la patología y comenzar el tratamiento lo antes posible.
Acudir lo antes posible es muy importante, ya que cuanto antes se realice el diagnóstico, antes se podrá aplicar un tratamiento efectivo y acorde a la situación de cada paciente.
¿Qué patología puede provocar una sintomatología dolorosa parecida?
El espolón calcáneo, que consiste en un saliente óseo que se forma en la base del hueso calcáneo, que corresponde al talón en el pie puede provocar una sintomatología similar. Este espolón coincide con la zona de inserción en el talón de la fascia plantar
Por lo tanto, es importante diferenciar si el dolor se debe únicamente a la presencia del espolón que al acabar en su extremo en punta se puede clavar sobre el tejido blando situado debajo del talón y producir un dolor agudo al apoyar el pie o bien se debe a una fascitis plantar posterior que puede tener que ver con la presencia del espolón al coincidir dicho espolón con la zona de inserción posterior de la fascia plantar en el calcáneo.
Diagnóstico del espolón calcáneo y la fascitis plantar
En primer lugar, la técnica de imagen básica debe ser la radiografía (Rx) que nos permitirá confirmar la presencia de un espolón calcáneo y también otras posibles dolencias como fisuras o fracturas del hueso calcáneo.
Una vez descartadas estas patologías deberemos confirmar que se trata de una fascitis y para ello se puede realizar una ecografía, que es una prueba inocua que consiste en pasar un aplicador o antena sobre la zona dolorosa y comprobar si existe o no un engrosamiento de la fascia, o bien comprobar si hay derrame circundante o incluso una rotura de la fascia que se puede dar en una caída brusca de pie.
No obstante la mejor prueba de imagen es la resonancia magnética que nos permite comprobar la situación de la fascia, si está engrosada o no, si hay derrame o no y también nos permite valorar el estado de los huesos y articulaciones, si hay presencia de edema en los mismos que pueda provocar un dolor parecido al de la fascitis lo cual descartaría a ésta .
Una vez se ha diagnosticado la dolencia, se trate de un espolón calcáneo , de una fascitis o de ambas patologías, habrá que decidir qué tratamiento utilizar y la forma de administrarlo.
¿Qué tratamientos existen?
El Dr. Félix Pastor realiza tratamientos mínimamente invasivos, con cirugía o con ozono y plasma rico en plaquetas para tratar la fascitis plantar y el espolón calcáneo en su consulta de Zaragoza y en la clínica Ordás de Madrid. Entre todas las alternativas, destaca los siguientes tratamientos:
Tratamiento médico rehabilitador
Tanto si la causa del dolor es consecuencia de una fascitis o de un espolón calcáneo existen algunos tratamientos médicos que pueden mejorar e incluso hacerlo desaparecer:
- Estiramintos: Realizar diariamente, incluso varias veces al día, estiramientos en rodilla y tobillos para relajar la musculatura gemelar causa indirecta a veces de la aparición de fascitis.
- Reposo y antinflamatorios: el médico especialista recomendará reposo y el uso de fármacos antinflamatorios para tratar la dolencia. Este tratamiento suele ser aplicado en casos de fascitis ocasionada por exceso de actividad física. En caso de no querer utilizar fármacos, se puede tratar de reducir la inflamación aplicado hielo sobre la zona afectada. También en el caso de tratarse de un espolón calcáneo.
- Ejercicio moderado: en el caso de que la dolencia ocurra en pacientes más sedentarios, se suele recomendar realizar ejercicio moderado (caminar suele ser muy efectivo en aquellos pacientes que no lo hacen de forma habitual.
- Férulas, zapatos ortopédicos y plantillas especiales: el especialista puede recomendar un tratamiento basado en la utilización de férulas que estiran la fascia plantar, así como el uso de zapatos y plantillas especiales que ayuden a reducir la carga soportada en la zona.
- Terapia con impulsos eléctricos. Este tratamiento consiste en aplicar una serie de leves descargas sobre la zona con el objetivo de liberar tensión y fomentar una cicatrización rápida del tejido.
Tratamiento del espolón calcáneo
Si el dolor se debe a la presencia de un espolón calcáneo confirmado por Rx y fracasa el tratamiento anterior podremos tratarlo mediante una infiltración del espolón guiada por intensificador de Rx.
Esta infiltración se realiza con una mezcla de un cortisónico y anestésico, siempre y cuando no existe una patología previa de la paciente como la diabetes descompensada que desaconseje este método. Se infiltra esta mezcla utilizando una jeringa y una aguja que se dirige hacia la punta del espolón calcáneo controlando la entrada con un intensificador de Rx normalmente en el quirófano y bajo sedación anestésica superficial.
Si no se logra mitigar el dolor o bien reaparece después de la primera infiltración podemos repetirla o bien decidir la eliminación o resección del espolón mediante cirugía percutánea mínimamente invasiva realizando una pequeña incisión en la planta del pie por la que se introduce una pequeña fresa rotatoria conectada a un motor.
Un intensificador de Rx nos permitirá tener una visión directa del espolón y controlar su eliminación. Esta intervención requiere de una sedación anestésica corta en el tiempo.
Tratamiento de la Fascitis Plantar
A la hora de tratar la fascitis plantar existen diversos tratamientos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos, que nos ayudarán a curar y librarnos de esta molesta dolencia.
El Dr. Félix Pastor resalta los siguientes:
Tratamiento quirúrgico percutáneo
El traumatólogo, una vez realizada la exploración puede valorar con el paciente la posibilidad de realizar una operación quirúrgica poco invasiva para tratar la dolencia.
Esta operación se realiza utilizando una aguja introducida a través de una pequeña incisión practicada a nivel de la zona media del talón para con la punta atravesar la fascia plantar mediante múltiples punciones bajo control de un intensificador de Rx la fascia plantar en su zona de inserción en el talón logrando así una liberación de la tensión en la fascia y con ello mejorando la dolencia.
En el caso de que el paciente presente también un espolón, intentaremos con la misma aguja empleada en la resección de la fascia plantar resecar la punta del mismo y luego realizar el tratamiento con plasma rico en plaquetas y Ozono por la misma vía de acceso.
Esta mínimamente invasiva intervención puede hacer innecesaria la realización de una resección completa del espolón como hemos explicado anteriormente.
Pese a la gran tasa de éxito de curación tras la aplicación de los tratamientos quirúrgicos, existen pacientes a los que no les agrada pasar por quirófano. Por ello, el Dr. Félix Pastor recomienda estos tratamientos más modernos, avanzados y menos intrusivos, que utilizan diversas técnicas como la Ozonoterapia o el tratamiento con Plasma rico en plaquetas para curar la dolencia.
Tratamiento con Ozonoterapia
Tal y como explica el Dr. Pastor, “el tratamiento de ozonoterapia consiste en la insuflación del gas ozono en la zona afectada, siendo esta previamente sedada para evitar dolor y molestas durante el proceso. Es una intervención sencilla que suele durar entre 5 y 10 minutos y se realiza con el paciente tumbado en una camilla. La mejoría se suele notar a las 24 horas del tratamiento, siendo los resultados muy positivos en la mayoría de los casos.”
Este tratamiento logra una tasa de éxito elevada con un proceso menos intrusivo, lo cual lo convierte en el tratamiento ideal para un gran número de pacientes reticentes a la aplicación de tratamientos quirúrgicos más clásicos.
Tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP)
Del mismo modo que con la Ozonoterapia, el Dr. Pastor destaca otra de las novedades en cuanto a tratamientos de fascitis plantar: el tratamiento PRP o con plasma rico en plaquetas. Se trata de un tratamiento que utiliza este plasma para acelerar la regeneración de los tejidos sin efectos secundarios adversos.
Este tratamiento requiere de una manipulación previa con metodología estéril de la sangre extraida del paciente que incluye un centrifugado de la misma para lograr el plasma rico en plaquetas. Tiene especial utilidad para tratar la fascitis plantar. El tratamiento consiste en la realización de una serie de infiltraciones en la zona afectada, inyectando este plasma rico en plaquetas, el cual acelera y fomenta la cicatrización y curación natural de la fascia, no solo mejorando la elasticidad de ésta, sino logrando la reducción de la inflamación que ocasionaba el dolor en un primer momento.
Tratamiento con Ozonoterapia asociada a PRP (Plasma rico en plaquetas)
El tratamiento consiste en la aplicación simultánea de ambas técnicas, o sea, la infiltración en la zona afectada de la fascia plantar de plasma rico en plaquetas extraído de la sangre del propio paciente asociado a la insuflación del gas ozono, requiriendo de sedación anestésica o bien de anestesia local en la zona a tratar para evitar dolor y molestias durante el proceso.
Es una intervención sencilla que suele durar entre 10 y 15 minutos y se realiza con el paciente tumbado en una camilla. Requiere como hemos mencionado anteriormente de una manipulación previa con metodología estéril de la sangre extraída del paciente que incluye centrifugación de la misma para lograr el plasma rico en plaquetas. La mejoría se nota a las 24 horas del tratamiento, siendo los resultados muy positivos, con una mejora del 80 o 90 por ciento en la mayoría de los casos.”
Este tratamiento consigue unir los beneficios de cada uno de estos procedimientos, los del PRP con sus efectos regeneradores sobre las fibras y tejidos enfermos y los efectos beneficiosos del ozono como gas con gran poder antiinflamatorio, inmunomodulador y con gran efecto antiséptico que previene de posibles infecciones consiguiéndose con estas técnicas una tasa de éxito muy elevada con un proceso menos intrusivo, lo cual lo convierte en el tratamiento ideal para un gran número de pacientes reticentes a la aplicación de tratamientos quirúrgicos más clásicos.
Otros tratamientos quirúrgicos
En nuestro medio no realizamos tratamientos quirúrgicos invasivos al no considerarlos necesarios debido a que no garantizan la desaparición de la sintomatología dolorosa y debido también a los buenos resultados obtenidos con los tratamientos poco agresivos anteriormente mencionados.
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Calle de Francisco de Vitoria, 13 50008 Zaragoza
Clínica Ordás C/ Padre Damián 37 Madrid